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¡Intentaron ejecutar a un estudiante universitario en Aguascalientes!

  • Dos sicarios le dispararon en 22 ocasiones con “cuernos de chivo” pero salió ileso

06_60_01_496_INTENTO DE EJECUCION A JOVEN ESTUDIANTE P DE APABELLON DE ARTEAGA, AGS.- Dos sicarios, armados con rifles de asalto AK-47 (“cuernos de chivo”), intentaron ejecutar a un joven estudiante universitario en un camino de terracería en territorio de Pabellón de Arteaga, pero fallaron pese a que le dispararon hasta en 22 ocasiones.

Hasta el momento se ignora el móvil del atentado.

La víctima viajaba en una camioneta, en la que se retiró a toda velocidad al escuchar los balazos, que hicieron blanco en la unidad, lo que le salvó la vida, ya que no recibió ni un solo disparo.

Tras lo sucedido, se registró una intensa movilización de policías de distintas corporaciones, aunque no lograron dar con los sicarios.

Los hechos ocurrieron alrededor de las ocho de la noche del martes 7 de octubre.

El joven estudiante fue identificado como Armando Corral Junior, de 18 años de edad.

De acuerdo a la información recabada en el lugar de los hechos, su familia tenía poco tiempo de haber llegado a vivir a un rancho en Pabellón de Arteaga, procedente de Monterrey.

En el rancho, el joven habitaba con su madre y uno de sus hermanos, conociéndose que su padre, al parecer, era un empresario.

En una ocasión, la mamá de Armando le comentó que si algún día se ofrecía, si veía o pasaba algo, que acelerara la marcha de su vehículo y que no se detuviera para nada.

Este consejo fue lo que anoche le salvó la existencia al joven estudiante.

Trascendió que Armando, al salir de estudiar de una universidad, abordó la camioneta de su madre, una Audi Q7, color gris, con placas 470-ZMR del Distrito Federal, para volver a su casa.

El joven circulaba por la carretera estatal 18, que conduce de Jesús María a la comunidad Emiliano Zapata, en Pabellón de Arteaga, y luego tomó un camino de terracería que conduce al rancho San José El Gigante, donde habitaba con sus familiares.

El estudiante iba a 30 kilómetros por hora ya que iba hablando por su teléfono celular, sin sospechar que los dos sicarios ya lo estaban esperando para ejecutarlo.

Los tipos se encontraban a cada lado del camino, uno detrás de una cerca de un sembradío, por lo que al ver que se aproximaba comenzaron a dispararle con los “cuernos de chivo”.

El que se hallaba del lado derecho accionó el arma en 19 ocasiones y el del lado izquierdo 3 más.

Diez de los proyectiles impactaron el costado derecho de la camioneta, desde la salpicadera hasta la puerta del copiloto, y la atravesaron, pero ninguno de ellos hizo blanco en el joven.

Armando escuchó los disparos a dos fuegos y recordó el consejo de su madre de que se retirara a toda velocidad si veía o pasaba algo, por lo que pisó el acelerador a fondo para ponerse a salvo.

Los sicarios ya no pudieron dispararle para consumar la ejecución y decidieron darse a la fuga.

Mientras tanto, el joven les llamó a sus familiares para avisarles que lo habían baleado y les indicó que se escondieran.

Al llegar al rancho, dejó la camioneta baleada en el exterior y luego brincó una cerca para correr hacia la propiedad y protegerse.

Poco después, al lugar acudieron policías preventivos de Aguascalientes, Jesús María, San Francisco de los Romo y Pabellón de Arteaga, que organizaron un fuerte operativo para tratar de dar con los sicarios, pero no lo consiguieron.

Luego hicieron acto de presencia las autoridades ministeriales, que sobre el camino de terracería encontraron y aseguraron 19 casquillos percutidos y en un sembradío 3 más, todos calibre 7.62×39, de “cuerno de chivo”.

Luego, se dirigieron al rancho de la víctima y confiscaron su camioneta, aunque comprobaron que el estudiante se hallaba ileso del atentado.

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