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¡Condenan a 22 años de prisión al asesino de un sexagenario!

  • Junto con un adolescente lo estranguló durante un asalto domiciliario

AGUASCALIENTES, AGS.- Una sentencia de 22 años 8 meses de prisión fue la que recibió el sujeto que asesinó a un sexagenario al atracar su domicilio en el fraccionamiento Villas de San Antonio, al sur de la ciudad, en septiembre del 2012.

El juez segundo penal lo encontró responsable por los delitos de homicidio doloso calificado con premeditación, alevosía y ventaja, y robo calificado.

Además, tendrá que pagar una multa de 34 mil pesos a favor del fondo para la administración de justicia y la cantidad de 93 mil 346 pesos por concepto de reparación del daño a favor de los deudos del fallecido.

Junto con el ahora sentenciado fue arrestado un adolescente que también participó en los hechos y cuya situación legal aún no ha sido resuelta por el Juzgado de Preparación para Adolescentes.

El asesino-ladrón sentenciado es Jorge Fernando Juárez Gurrola (a) “El Pollo”, de 21 años.

A quien mató fue a Eduardo Villanueva Fernández, que contaba con 63 años de edad y vivió en la calle San Antonio de Padua número 127 del fraccionamiento Villas de San Antonio.

De acuerdo a las pesquisas de las autoridades ministeriales, la madre de Jorge Fernando habitaba en la vivienda contigua a la del sexagenario, por lo que “El Pollo” sabía que Eduardo llegaba tarde a su casa los sábados y bajo los influjos de las bebidas embriagantes, decidiendo saquear el domicilio.

El viernes 28 de septiembre del 2012, “El Pollo” invitó a su amigo el adolescente a participar en el atraco domiciliario, diciéndole que sabía que el vecino tenía dinero y aparatos y que podrían sacar una buena ganancia, a lo que éste aceptó, acordando que lo realizarían al día siguiente.

El sábado 29, a las 21:30 horas, el menor de edad llegó a la casa de la mamá de Jorge Fernando y aprovechando que estaban solos estuvieron tomando cervezas.

A las 02:00 horas ya de la madrugada del domingo 30, se dieron cuenta que llegaba Eduardo, por lo que se escondieron a un lado de la casa. Al ver que metía su auto a la cochera, un Nissan Platina, color tinto, modelo 2005, con placas de circulación AEF-55-04, se introdujeron rápidamente.

“El Pollo” llevaba consigo un trozo de ladrillo, con el que golpeó al sexagenario en la cabeza cuando éste descendió del coche, haciéndolo perder el conocimiento.

Tras lo anterior, le ordenó a su cómplice que arrastrara a Eduardo y lo metiera a la casa y que cerrara el portón para que nadie los viera, lo que éste hizo de inmediato.

Ya dentro de la casa, lo amarraron de pies y manos y después buscaron objetos de valor, apoderándose de algunas alhajas, relojes y aparatos electrónicos, entre ellos unas pantallas de plasma.

Cuando reunían el botín, Eduardo recobró el conocimiento y les pidió que lo liberaran, pero “El Pollo” le ordenó que le dijera dónde tenía la factura de su coche, a lo que el sexagenario le contestó que lo desatara y él mismo se la entregaría.

Entonces, le quitaron las ataduras y lo llevaron a un cuarto, donde encontró la factura y se la dio a Jorge Fernando, tras de lo cual lo volvieron a maniatar.

Sin embargo, en un descuido, Eduardo se quitó las ataduras y tomó del cabello a Jorge Fernando, por lo que éste le gritó a su cómplice que lo sometiera. Éste le quitó una agujeta de uno de sus zapatos y se la puso en el cuello al sexagenario, tras de lo cual entre los dos la jalaron por cada lado y lo asfixiaron.

Al ver que la víctima ya no se movía, el adolescente le puso una bolsa de plástico color negro en la cabeza, dejándolo tirado en el piso.

Tras el asesinato, subieron los objetos seleccionados a la cajuela del auto y escaparon, deteniéndose en una tienda de conveniencia para comprar un refresco y esperar a que amaneciera para llevar el Platina al auto-tianguis de la salida a México y venderlo, lo cual hicieron.

Posteriormente, “El Pollo” le habló a su ex pareja y la invitó a comer, mientras que el adolescente se retiró a su casa, acordando que luego se verían para repartirse el botín.

Al día siguiente, lunes 1 de octubre, Jorge Fernando fue a empeñar las alhajas al Monte de Piedad y por ellas le dieron una buena cantidad, tras de lo cual se dirigió a la Central Camionera y compró un boleto de viaje a la ciudad de Guadalajara.

Allá, llegó a la casa de un amigo, a quien le inventó que lo iba a visitar ya que andaba buscando un trabajo, pidiéndole que lo dejara vivir unos días con él, y éste accedió.

Mientras tanto, el mismo lunes pero por la tarde, una hija del sexagenario, Rocío Elizabeth Villanueva Vargas, de 38 años, descubrió su cadáver al irlo a buscar a su casa, por lo que dio aviso a las autoridades, indicando que faltaba el Nissan Platina y otros artículos.

Al día siguiente, martes 2, policías preventivos encontraron el coche en el cruce de la calle Gaviota y el andador Pavorreal, en el Infonavit Pilar Blanco, por lo que fue asegurado por agentes ministeriales.

En eso estaban cuando llegó una mujer, que les dijo que el coche era propiedad de su esposo Braulio “N”, de 41 años, que se dedicaba a la compra-venta de autos, pero que en esos momentos había salido a Monterrey a conseguir unos vehículos.

Pese a ello, la unidad fue asegurada y remitida a la Policía Ministerial.

Al día siguiente, miércoles 3, el propio Braulio se presentó en la Dirección de Averiguaciones Previas y declaró que el Platina se lo compró a un sujeto conocido como “El Pollo” en 36 mil 500 pesos en el auto-tianguis de la carretera 45 Sur, entregándole una factura endosada, pero que desconocía su procedencia.

El individuo les describió al tal “Pollo” y les indicó que podía ser localizado en la calle Loma Azul número 131 del fraccionamiento Lomas del Mirador, por lo que los investigadores se trasladaron a dicho lugar pero hallaron la casa sola.

No obstante, unos vecinos les indicaron que la mamá del “Pollo” vivía en la calle San Antonio de Padua en Villas de San Antonio y al acudir a esa dirección, comprobaron que era a un lado de donde el sexagenario fue asesinado.

Los agentes platicaron con la señora María, que les informó el nombre de su hijo Jorge Fernando, indicándoles que éste se había ido a Guadalajara, a la casa de un amigo en la colonia Loma Alta.

Con esta información, los ministeriales se trasladaron a la perla tapatía, concretamente a dicha colonia, donde montaron un operativo y el jueves 4, en las calles Basilio Vadillo y Pensador Mexicano, detectaron a Jorge Fernando a bordo de una bicicleta, por lo que lo interceptaron y detuvieron.

Al cuestionarlo sobre el homicidio del sexagenario, aceptó su participación, por lo que se le trasladó a esta ciudad y delató a su cómplice, que fue ubicado y aprehendido en la calle Coral número 410 de la comunidad Norias de Ojocaliente, aceptando también su participación en el crimen-robo.

En base a lo anterior, los dos individuos fueron presentados ante el Ministerio Público y luego arraigados, tras de lo cual “El Pollo” fue enviado al CERESO Aguascalientes y consignado ante el juez Segundo Penal, que le abrió un proceso por lo que hizo y finalmente lo condenó a más de 22 años de cárcel.

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