¡Joven embarazada se suicidó ahorcándose en un ciber-café en Rincón de Romos!
RINCON DE ROMOS, AGS.- Una joven empleada se suicidó en el interior de un ciber-café en donde trabajaba, en la zona centro de Rincón de Romos, al ahorcarse con las agujetas de sus tenis ya que atravesaba por una fuerte depresión emocional.
De manera extraoficial trascendió que se encontraba embarazada y que había terminado su relación sentimental con su pareja, aunque esto no había sido confirmado oficialmente.
La suicida respondió al nombre de Lizbeth Alejandra Ortiz Reyes, contaba con 26 años de edad y tuvo su domicilio en la calle Victoria número 114 de la comunidad El Bajío, en dicho municipio.
El negocio donde laboró y se quitó la existencia está ubicado en la calles Morelos y Allende, en el centro rinconense.
En ese lugar se encontró un recado escrito por Lizbeth Alejandra, que textualmente decía lo siguiente: “Dios mío perdoname, hija no soy fuerte esto me esta destrozando el alma ya ní se que más hacer mi estomago no ayuda a mí mente, papá lo siento, siempre te amé Miguel”.
Según se logró conocer, la joven era vista por los vecinos como una persona tranquila, por lo que no había dado muestras de que se encontrara deprimida o que tuviera intenciones de escapar por la puerta falsa.
Sin embargo, se supo que Lizbeth Alejandra acumulaba mucho estrés y que esto le provocaba fuertes dolores en el estómago.
Además, se dijo que estaba embarazada y que finalizó su relación con su pareja, lo que le provocó un estado emocional depresivo.
El pasado miércoles 28 de mayo cerró el ciber-café al público alrededor de las ocho de la noche, pero nunca salió del establecimiento, ya que decidió ponerle fin a su vida.
La joven le quitó las agujetas a sus tenis y las amarró a un orificio en la parte superior de un ventanal y a su cuello para así suicidarse.
El jueves 29, varias de sus compañeras llegaron al negocio y lo encontraron cerrado, lo cual les pareció raro, por lo que al filo de la una y media de la tarde hablaron con el propietario, que les dijo que él tampoco había visto a Lizbeth Alejandra.
Al lugar también acudieron a buscarla su madre y sus hermanas ya que no había regresado a su casa y no sabían nada de ella.
Por lo anterior, contrataron a un cerrajero para que abriera al local, pero cuando lo hizo e ingresaron la encontraron suspendida con sus agujetas, por lo que pidieron ayuda.
Un amigo entró y con ayuda de un cutter cortó dichas agujetas, pero se provocó una herida en una mano, por lo que dejó rastros de sangre en el piso, cerca del cuerpo de la muchacha, que quedó sentado en una silla metálica.
Al lugar acudieron policías preventivos en la patrulla 126 y paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-332, que confirmaron la muerte de la joven.
Posteriormente, las autoridades ministeriales tomaron conocimiento del caso y se encargaron del levantamiento del cadáver para su traslado al SEMEFO.