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¡4 detenidos por un “levantón” en Aguascalientes fueron vinculados a proceso!

AGUASCALIENTES, AGS.- La voz de la Fiscalía se hizo escuchar en las inmediaciones del Juzgado de Control y Oralidad, cuando a detalle se describieron las acciones constitutivas de probables ilícitos cometidas por María del Rocío “N”, Alan Amaury “N”, Araceli “N”, y Bryan Efrén “N”, que encuadran dentro de lo señalado en las normas como delitos de privación ilegal de la libertad, lesiones dolosas calificadas con ventaja, y contra la salud.

Derivado de la adecuada exposición de la Representación Social, el juez que escuchó a los intervinientes resolvió que deben continuar las indagatorias en contra del cuarteto de imputados, mientras permanecen en prisión preventiva.

Cabe señalar que, en este caso, la causa derivó en dos procesos penales; el primero de ellos por el hecho delictivo contra la salud, para el que se estableció el plazo de dos meses para el complemento de las pesquisas, mientras que en el asunto de la privación ilegal de la libertad y las lesiones dolosas, se fijó el plazo de cuatro meses.

Lo expuesto por el Ministerio Público señala que el miércoles 10 de agosto del año en curso, cuando las manecillas del reloj apuntaban las 16:36 horas, María del Rocío, Alan Amaury, Araceli y otro sujeto del que actualmente se desconoce el paradero, arribaron a un domicilio que se ubica en el fraccionamiento Lomas de Oriente del municipio capital.

Para tal fin emplearon un vehículo de motor de la marca Ford, línea Lobo, en color blanco, con placas de circulación locales.

De igual manera apareció en la escena Bryan Efrén, quien llegó en una motocicleta de pista en color amarillo con negro.

El equipo de participantes distribuyó las funciones, siendo que las mujeres permanecieron al interior de la camioneta mientras que los hombres tuvieron a la vista a uno de los hermanos de la víctima.

En conjunto, los varones lo interceptaron y amagaron con armas de fuego para posteriormente exigirle que les dijera dónde se encontraba su familiar, mencionándole que abriera la puerta de la vivienda; debido a que no portaba sus llaves, el agraviado tocó.

Al llamado atendió la madre del ofendido, quien dio acceso a los probables implicados.

Una vez que ingresaron al lugar, Alan obligó al hermano de la víctima a que se hincara golpeándolo con la cacha del arma en la cabeza para después unirse a los copartícipes que le acompañaban y conducirse por las habitaciones de la vivienda hasta el punto donde se encontraba la víctima, un sujeto del sexo masculino.

De esta forma, procedieron a intimidarlo con sus armas de fuego, lo tomaron del cuello, lo condujeron hasta la camioneta, lo obligaron a bajar la cabeza y lo ingresaron a la unidad de motor, privándolo de la libertad a partir de ese momento.

El conjunto de probables intervinientes se retiraron del sitio en los vehículos antes descritos, trasladándose a las inmediaciones de un motel que se ubica en el fraccionamiento José Guadalupe Peralta, ingresándolo a una de las habitaciones.

Una vez en el interior comenzó una brutal agresión física en contra del ofendido, esto a pesar de que se encontraba sometido e inmovilizado, siendo que Bryan amenazó con privarlo de la vida mientras que las féminas permanecían vigilantes, preguntándole por información sobre un sujeto y prometiéndole que si les otorgaba lo indicado lo dejarían en paz.

Ante la petición, la víctima informó a los captores sobre el paradero de la persona, siendo este el modo en el que lo liberaron, pidiéndole un taxi para que se retirara del motel, con lo que recuperó su libertad deambulatoria.

Mientras todo esto sucedía, la familia de la víctima reportó lo sucedido a los servicios de emergencia, lo que activó los trabajos operativos de las diversas corporaciones policíacas del Estado, quienes se movilizaron para salvaguardar la integridad de la víctima.

A través de trabajo de tecnología y campo, los activos fueron detectados cuando intentaban ingresar a las inmediaciones del fraccionamiento Trojes de San Cristóbal, por lo que, de conformidad con la legislación penal vigente y al evidenciarse el peligro inminente ante el que se encontraba la víctima, los activos fueron abordados por los oficiales aprehensores.

Una vez que tuvieron contacto con los imputados, después de habérseles realizado una inspección corporal, detectaron que Alan Amaury portaba en la bolsa delantera derecha de su pantalón tres envoltorios de plástico en color blanco con sustancia granulada al interior, en tanto que a Bryan se le detectaron otros tres con las mismas características, asimismo a Araceli le localizaron cuatro envoltorios, mientras que a María del Rocío le encontraron tres más; sustancias que poseían materialmente dentro de su radio de acción y disponibilidad inmediata con la finalidad de comercializarlos; es importante indicar que aunado a lo anterior se les detectó dinero en efectivo.

Posterior a la captura, se llevó a cabo el análisis químico de las sustancias detectadas en las pertenencias de los imputados, obteniendo que correspondían a clorhidrato de metanfetamina; además de ejecutarse una orden de cateo dentro del domicilio, donde fueron aprehendidos, a través de la que se logró la recopilación de más narcóticos y armas de fuego.

Derivado de lo anterior, se robustecieron adecuadamente las pesquisas, logrando establecer que las conductas probablemente ejercidas por los indiciados encuadraban dentro de los hechos delictivos contra la salud en la modalidad de narcomenudeo en la hipótesis de posesión de narcóticos con fines de venta, privación ilegal de la libertad y lesiones dolosas calificadas con ventaja.

Lo que hoy se traduce en el emprendimiento de dos procesos penales en contra de los probables implicados, que los mantendrán tras las rejas, teniendo los plazos señalados anteriormente para cada investigación.