¡Asesinaron a golpes al traficante de drogas-ladrón “El Niño Piedra”!

• Se metió a robar a la casa de un médico veterinario y se llevó 2 pistolas y otros objetos
• En venganza, el profesionista lo mató con ayuda de cinco individuos y tiraron su cuerpo envuelto en una cobija para aparentar una ejecución
• Los seis ya fueron detenidos y arraigados

AGUASCALIENTES, AGS.- Un traficante de drogas y reincidente ladrón conocido como “El Niño Piedra” fue asesinado a golpes por un médico veterinario debido a que descubrió que éste se metió a robar a su casa en agosto pasado y le hurtó, entre otros artículos, dos armas de fuego.

El profesionista fue auxiliado por cinco sujetos y tras privarlo de la vida envolvieron su cuerpo en una cobija y lo fueron a tirar a un camino de terracería para hacer creer a las autoridades que se trataba de una ejecución del crimen organizado, pero tras una rápida investigación de agentes ministeriales fueron descubiertos y los seis detenidos.

El asesinado fue identificado como José de Jesús Martínez Sánchez, contaba con 23 años de edad y tuvo su último domicilio en la calle Artículo 23 número 103 de la colonia Constitución.

En su haber resultó con varios ingresos a la Policía Ministerial por narcomenudeo y robo.

Los seis detenidos son el médico veterinario Manuel de Jesús Barba Macías (a) “El Barbas” y/o “El Médico”; Héctor Raúl González Martínez (a) “El Negro” y/o “El Hulk”; Santiago Velázquez Guerra (a) “El Chicles” y/o “El Chango”; Hugo Enrique González Martínez (a) “El Pez” y/o “El Chilango”; Juan Antonio Vargas Salazar (a) “El Coño”, y Uriel Rodríguez Monsiváis (a) “El Garro”.

De acuerdo a las investigaciones de las autoridades, durante el mes de agosto “El Niño Piedra” se metió a robar al domicilio del médico veterinario, ubicado en el 1219 de la calle Paulino N. Martí del fraccionamiento Libertad, al norte de la ciudad, apoderándose de varios objetos, entre ellos una pantalla y dos armas de fuego calibres 9 milímetros y 22.

En su casa, “El Barbas” se reunía constantemente con varios sujetos para consumir drogas ya que resultaron ser adictos al “crystal”.

En una ocasión, José de Jesús le platicó a “El Negro” que él había sido quien cometió el hurto en la casa del veterinario, aunque no le dijo qué fue lo que hizo con las pistolas.

Héctor Raúl le dijo a Manuel de Jesús que “El Niño Piedra” fue el que lo robó, por lo que éste reunió a sus amigos y les pidió que lo llevaran a su casa y le propinaran una golpiza para que le sirviera de “lección” por haberle robado sus pertenencias.

El viernes 11 de octubre, por la noche, “El Barbas”, “El Negro” y “El Chicles” comenzaron a buscar a José de Jesús, viajando a bordo de la camioneta del primero, una Chevrolet Silverado.

Lo encontraron cerca de su casa en la colonia Constitución y lo interceptaron con el pretexto de que necesitaban droga, ya que sabían que éste la vendía.

“El Niño Piedra” les dijo que en esos momentos no tenía droga para venderles, pero que la podía conseguir, por lo que subió a la camioneta, de lo cual se dieron cuenta sus familiares.

Sin embargo, “El Barbas” se dirigió a su domicilio y al llegar José de Jesús se negó a entrar, por lo que entre los tres lo bajaron a la fuerza y a golpes lo metieron, encontrándose ya en el interior Hugo Enrique, Juan Antonio y Uriel.

Ya en el interior, entre todos comenzaron a golpear a José de Jesús con pies y puños, mientras el médico veterinario le exigía que le dijera dónde estaban sus armas de fuego, pero éste negó que él las hubiera robado.

Por su negativa, continuó siendo golpeado entre todos, hasta que “El Barbas” le amarró los pies con una cadena y luego lo llevaron a una habitación en la planta alta del inmueble, donde continuaron golpeándolo.

En determinado momento, Manuel de Jesús tomó un palo y con éste le pegó en la cabeza a José de Jesús hasta que lo mató.

Al ver que “El Niño Piedra” ya no se movía, “El Barbas” les dijo a sus amigos que lo amarraran de pies y manos con unos cables de unos aparatos electrónicos y lo envolvieran en una sábana para irlo a tirar a un camino de terracería y aparentar que fue ejecutado por la delincuencia organizada.

Entre todos cubrieron el cuerpo con una sábana en color blanco, la cual amarraron con cinta canela, tapándole los pies con una bolsa de plástico en color negro.

Al terminar, lo subieron a la caja de la camioneta Chevrolet Silverado y esperaron a que se hiciera de noche para deshacerse del cadáver.

Los seis lo fueron a tirar a un camino de terracería en las inmediaciones de los fraccionamientos La Ribera y Torremolinos, en los límites entre Aguascalientes y San Francisco de los Romo, tras de lo cual regresaron a sus casas como si nada.

El sábado 12 de octubre, alrededor de las siete y media de la mañana, un hombre pasó por el sitio y descubrió el cuerpo del encobijado, por lo que a un joven que también caminaba por ahí le pidió que llamara a la Policía.

El joven confirmó la presencia del cuerpo y enteró a su madre y ella a las autoridades a través de los servicios de emergencia.

Al lugar acudieron policías preventivos, estatales y ministeriales, el Ministerio Público y peritos de Servicios Periciales, que llevaron a cabo el levantamiento del cuerpo.

Ya en el SEMEFO, mediante la autopsia se confirmó que el hombre murió de un traumatismo severo de cráneo producto de un fuerte golpe, además de que tenía el rostro muy golpeado.

A través de sus huellas dactilares, que aparecían registradas por las veces que estuvo detenido, el asesinado fue identificado plenamente, por lo que los agentes investigadores se trasladaron a su domicilio y entrevistaron a sus familiares, que les informaron que la última vez que lo vieron con vida fue la noche anterior, cuando subía a una camioneta Silverado en la que viajaba un sujeto al que conocían como “El Chicles”.

Con esta información, los elementos ubicaron y detuvieron a este individuo en la colonia Constitución y al cuestionarlo sobre los hechos, aceptó su participación en el homicidio de José de Jesús y delató a sus cómplices, llevándolos al domicilio del médico veterinario.

En su casa, “El Barbas” fue detenido junto con Uriel, confesando que él dio la orden a los demás para que le dieran una golpiza a José de Jesús ya que descubrió que fue éste quien se metió a robar a su casa.

Tras lo anterior, los agentes ministeriales se dividieron en varias células para localizar y arrestar a los demás implicados en el asesinato, lo cual consiguieron en varias colonias y fraccionamientos de la ciudad capital.

Los seis detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, que tramitó y obtuvo en su contra una orden de arraigo mientras continúa con la integración de la averiguación previa por el asesinato que cometieron.