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¡Asesinaron y calcinaron a un sexagenario en su casa en Aguascalientes!

ASESINAN Y CALCINAN A SEXAGENARIO EN EL EJIDO COTORINA (2)AGUASCALIENTES, AGS.- Un sexagenario que era conocido como “El Gavilán” fue asesinado y calcinado en el interior de su domicilio en el Ejido Cotorina, al sur de la capital, donde fue descubierto por dos de sus hijos, que acudieron a buscarlo debido a que tenían varios días sin verlo.

El fallecido fue identificado como Juan Macías Rangel, contaba con 65 años de edad y vivió en la calle Liga Mexicana esquina con Gavilanes del mencionado Ejido Cotorina.

De acuerdo a la información recabada en el lugar de los hechos, hacía tiempo regresó de Estados Unidos y aquí se dedicaba a la venta de tenis americanos que traía precisamente de E.U.

A decir de algunos vecinos, acostumbraba consumir bebidas embriagantes y drogas, y al hallarse intoxicado gustaba de realizar disparos con una escopeta que poseía.

El sábado 11 de julio acudió a una pollería ubicada en la misma comunidad para embriagarse y prácticamente ese fue el último día que se le vio con vida.

Al día siguiente, domingo, no asistió a misa a una capilla ubicada a un lado de su finca, lo que les llamó la atención a los vecinos.

Los días miércoles acostumbraba ir a un tianguis pero esta vez no lo hizo, situación que también se les hizo extraña a sus conocidos.

Por tal motivo, el jueves 16 de julio, minutos después de las seis de la tarde, algunos de sus amigos acudieron a buscarlo a su casa, pero al llamar al portón no tuvieron respuesta, por lo que les hablaron por teléfono a dos de sus hijos, Hugo, de 30 años, y Marco, de 35, de apellidos Macías Rangel y con domicilio en la calle Emiliano Zapata en Refugio de Peñuelas, para indicarles que se les hacía raro que su padre no les abriera y que tenían varios días sin verlo.

Por lo anterior, los vástagos del sexagenario se trasladaron a su domicilio en una camioneta Jeep Liberty azul con placas AEZ-87-56 y tras confirmar que efectivamente su papá no abría, Hugo decidió brincarse.

A su papá lo encontró muerto y tirado en el piso en la parte posterior de la finca, percatándose que estaba boca arriba y calcinado. A su lado observó una escopeta, un esmeril y una lámpara de combustible.

Hugo salió de inmediato y enteró a su hermano Marco de las condiciones en las que estaba su progenitor, por lo que le llamaron por teléfono al comisario del Ejido, Juan Velazco, vecino de la calle Leones en Cotorina, que de inmediato se trasladó al lugar y dio aviso a los servicios de emergencia.

Al lugar acudieron de inmediato decenas de policías municipales, estatales y ministeriales, que acordonaron la zona.

En el portón de la finca se apreció un escrito que textualmente decía: JUAN, VENIMOS A buSCARTE JUANA RAUDEL Y NANCY.

El agente del Ministerio Público arribó al lugar para dar fe de los hechos y le acompañaron elementos de Servicios Periciales, que se encargaron de la recolección de indicios.

Las primeras investigaciones revelaban que el sexagenario fue asesinado y luego calcinado, aunque no se había determinado cómo fue privado de la vida ni los motivos por los que lo hicieron.

Algunos vecinos les informaron a los investigadores que el miércoles 15 de julio vieron que llegó una camioneta en color negro y que sus tripulantes sacaron varias cosas de la finca de la víctima a través de un portón de la calle Gavilanes y luego se retiraron a toda velocidad.

Incluso, un vecino del lugar identificado como Vicente “N” de Santos, que tiene fama de emborracharse, drogarse y hasta de robar, se acercó a la finca y estuvo comentando que los de la camioneta negra fueron los que calcinaron al sexagenario, por lo que agentes ministeriales lo retuvieron y trasladaron a la PME para que rindiera declaración.

Terminadas las diligencias, el cuerpo del hombre fue levantado y trasladado al Servicio Médico Forense para que se le practicara la autopsia de ley y determinar cómo fue asesinado.

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