¡Envían al CERESO al policía comercial convertido en violador serial!

• Estuvo arraigado y un juez penal le giró una orden de aprehensión por haber abusado de cinco jovencitas en el oriente de la ciudad

AGUASCALIENTES, AGS.- El suboficial de la Policía Comercial, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que se había convertido en un violador serial ya que atacó sexualmente a cinco jovencitas, finalmente fue enviado al CERESO Aguascalientes tras permanecer arraigado, ya que el juez Cuarto Penal le giró una orden de aprehensión por el delito de violación.

El policía comercial fue identificado como Jesús Beltrán Herrera, de 45 años y originario de Tlaxcala.

Cuatro de sus víctimas resultaron ser menores de edad, de entre 14 y 16 años, mientras que solamente una de ellas ya tiene la mayoría de edad, a las que ultrajó entre los meses de julio y diciembre del 2013 y en enero de este año.

Su captura tuvo lugar el jueves 23 de enero, minutos antes de las dos de la tarde, en la negociación de compra, venta y empeño “First Cash”, en la que se encontraba comisionado, ubicada en las avenidas Siglo XXI y San Gabriel del fraccionamiento Ojocaliente III, al oriente de la ciudad.

El oficial se dedicaba a “cazar” a sus víctimas, principalmente menores de edad, en calles oscuras y sin testigos, donde las interceptaba.

Beltrán Herrera portaba en una de sus manos un radio de comunicación y les mostraba su arma de fuego de cargo a las jovencitas para impresionarlas aún más.

Al marcarles el alto, les argumentaba que ellas habían participado en un robo con violencia y que ya estaban plenamente identificadas, por lo que las sometía para “detenerlas”.

Enseguida, con lujo de violencia, las subía a su automóvil particular, un Volkswagen Pointer, color negro, modelo 2000, con placas de circulación ACW-47-56 de Aguascalientes, lo que hacía sospechar a las víctimas de algo extraño, ya que no eran subidas a alguna patrulla.

Las ofendidas negaban haber participado en algún robo, pero el sujeto se las llevaba a la fuerza.

El elemento se dirigía a lugares despoblados, donde las atacaba sexualmente y las amenazaba para que no le dijeran nada a nadie, advirtiéndoles que ya sabía dónde vivían y si lo delataban regresaría por ellas.

A dos de las víctimas, incluso, les quitó sus teléfonos celulares.

Consumados los abusos sexuales, las bajaba del vehículo y huía a toda velocidad, abandonándolas a su suerte.

Pese a las amenazas, las cinco víctimas informaron lo sucedido a sus familiares, que las llevaron ante las autoridades ministeriales a denunciar las violaciones de las que fueron objeto.

En sus declaraciones, todas las ofendidas coincidieron en señalar que su atacante era un sujeto robusto, moreno y que vestía un uniforme color azul, similar al que utilizan los policías, destacando una franja en los costados del pantalón en color azul claro.

Además, mencionaron que usaba una chamarra en color negro con emblemas en las mangas.

Al cotejarse las declaraciones de las víctimas, se estableció un mismo modus operandi, con lo que se concluyó que el presunto violador era un mismo sujeto.

Además, se determinó que “su zona de operaciones” era el oriente de la ciudad, ya que interceptó a las cinco denunciantes en los fraccionamientos Mujeres Ilustres y Los Pericos, así como en la salida a San Luis Potosí y la avenida Siglo XXI.

Agentes ministeriales iniciaron las pesquisas correspondientes y a las víctimas les mostraron fotografías de los elementos en activo de todas las corporaciones policiacas, entre las que estaba la de Jesús Beltrán Herrera, que fue plenamente identificado como el violador serial.

Los elementos establecieron que estaba asignado a la Policía Comercial, dependiente de la SSPM, y que se hallaba comisionado en el local comercial ya mencionado.

Los agentes acudieron al lugar y al verlo armado con la pistola escuadra de cargo, le ordenaron que la arrojara al piso y se arrodillara, lo cual hizo, por lo que procedieron a su arresto para luego presentarlo ante el Fiscal Especial en Delitos Sexuales e Intrafamiliares, haciéndole saber las cinco denuncias que pesaban en su contra por violación.

Ya detenido, las cinco ofendidas lo volvieron a reconocer plenamente como el que las atacó, por lo que fue arraigado mientras continuaban las investigaciones.

El caso fue turnado al juez penal, que le giró la respectiva orden de aprehensión y se le trasladó al penal para que se le resuelva su situación legal.