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¡Sentenciaron a un narco que asesinó a un joven dentro de un bar en Aguascalientes!

SAGUASCALIENTES, AGS.- El juez Primero Penal dictó una sentencia condenatoria de 10 años de SENTENCIA ASESINO BAR LA RESACA Y MESEROS POR OMISION DE AUXILIO (5)prisión para un traficante de cocaína que asesinó de un balazo en la cabeza a un joven en el interior del bar “La Resaca” en febrero del 2012 después de que chocaron en el baño de hombres y se insultaron, al encontrarse alcoholizados.

Además, el juzgador condenó a poco más de un año de cárcel a cuatro meseros del bar que sacaron el cadáver a la calle y limpiaron la sangre para fingir que los hechos no habían ocurrido dentro del negocio.

Faltan por ser sentenciados otros dos sujetos, también traficantes de drogas, que igualmente se vieron involucrados en el asesinato.

El sentenciado por homicidio doloso en riña es José Manuel Martínez (a) “El Becerra”, de 37 años y con domicilio en la calle Las Aves número 117 del fraccionamiento Ojocaliente IV y/o Municipio Libre, preso en el CERESO.

Sus cómplices son Jorge Luis Herrera López (a) “El Sherlac”, de 35 años y con domicilio en la calle Casuarina número 309 del fraccionamiento Las Arboledas y Víctor Hugo Soria Guerrero (a) “El Huguín”, de 29 y con domicilio en la calle San Francisco número 134 del fraccionamiento San Cayetano.

Los meseros,  sentenciados a 1 año 1 mes y 15 días de prisión por omisión de auxilio, son Álvaro Torres, José Antonio López Arellano, Sergio Martínez Martínez y Sergio Alberto Díaz Macías.

El asesinado fue el joven Manuel Horacio García Cruz, que tenía 21 años de edad y vivió en la calle Silvia Camarillo número 43 de la colonia Venustiano Carranza, de la comunidad El Niágara, al sur de la ciudad.

“El Becerra”, “El Sherlac” y “El Huguín” se dedicaban a la venta de droga y semanas antes de los hechos se entrevistaron con el dueño del bar “La Resaca”, ubicado en la esquina de la avenida Convención y la calle Pedro García Rojas, en la colonia Miravalle, del que eran clientes, para que les permitiera vender cocaína en ese lugar.

El viernes 24 de febrero del 2012, los tres sujetos se reunieron y acordaron trasladarse a dicho bar para comenzar con la distribución de drogas, aunque “El Huguín” les dijo a sus amigos que para evitar problemas se llevaran unas armas de fuego debido a que el ambiente se ponía muy tenso en ese lugar, e incluso, él mismo les entregó unas pistolas, dos calibre 32 y una calibre 35.

Al llegar al establecimiento, ocuparon una mesa cercana a los baños de mujeres y comenzaron a consumir bebidas embriagantes, pero ya en la madrugada del sábado 25, “El Becerra” se dirigió al sanitario de hombres y ahí chocó con Manuel Horacio.

Los dos se encontraban muy tomados y entonces José Manuel le reclamó la acción al joven, pero éste lo insultó y, además, le propinó un golpe en la cara, por lo que “El Becerra” se molestó y sacó de entre sus ropas el arma de fuego que le había dado “El Huguín” y le colocó el cañón cerca de la frente a Manuel Horacio para luego dispararle.

El joven cayó al piso y comenzó a sangrar, por lo que “El Becerra” regresó con sus dos acompañantes y les dijo que se fueran de ahí, abandonando el bar y escapando a bordo de un auto tipo Buick, propiedad de Jorge Luis, que los llevó a sus casas, donde estuvieron escondidos en los siguientes días.

Tras el asesinato, el encargado del bar les ordenó a los cuatro meseros que sacaran el cuerpo de Manuel Horacio a la calle para aparentar que había sido muerto en el exterior, además de que limpiaron la sangre del piso.

Al momento de los hechos, dentro de “La Resaca” había varias personas, que al escuchar el balazo se tiraron al piso para protegerse y luego vieron la huida de los tres individuos.

Al tomar cartas en el asunto, agentes ministeriales establecieron que el crimen sí ocurrió dentro del negocio y detuvieron a varios empleados y clientes, a quienes presentaron ante el Ministerio Público.

En sus declaraciones, los testigos del homicidio revelaron los sobrenombres de los tres sujetos que estuvieron en el local y luego huyeron, indicando que se dedicaban a la venta de droga y que ya habían hablado con el dueño para que los dejara comercializarla ahí.

Tras lo anterior, los elementos de la PME iniciaron una investigación especial y no solamente lograron identificar a los tres sospechosos, sino también localizarlos y apresarlos en sus respectivos domicilios. Primero aprehendieron a Jorge Luis, después a José Manuel y finalmente a Víctor Hugo, aceptando los tres su grado de participación en el asesinato.

“El Huguín” dijo que al salir del bar, tras el homicidio, “El Sherlac” y “El Becerra” le regresaron las armas de fuego para que las guardara en su domicilio, pero que dos días después Jorge Luis le habló para decirle que se deshiciera de ellas, por lo que salió de su casa llevándolas en una mochila, pero en esos momentos fue arrestado por los investigadores.

Además de las pistolas, también llevaba una caja de metal que contenía cocaína en polvo y “piedra” y una báscula gramera, todo lo cual le fue asegurado.

Los tres detenidos fueron arraigados y finalmente se les envió al CERESO para que respondieran por el crimen, por el que “El Becerra” fue sentenciado solamente a 10 años de cárcel, mientras que los cuatro meseros recibieron penas por haber movido el cadáver de la escena.

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