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¡Asesinaron cobardemente a una mesera-meretriz del bar “Seven” en Aguascalientes!

  • 4 sujetos la contrataron con una amiga pero la mataron de golpes en la cabeza y le prendieron fuego a su cadáver

ASESINAN A MESERA-MERETRIZ CALVILLITO (4)AGUASCALIENTES, AGS.- Una mesera-meretriz del bar “Seven” fue cobardemente asesinada de un fuerte golpe en la cabeza, al parecer con una piedra, y su cuerpo tirado a un lado de la carretera 58 que conduce a la comunidad El Duraznillo, al oriente de la capital, donde le prendieron fuego y le provocaron quemaduras en la cara y el pelo, así como en las piernas.

Como sospechosos del crimen figuran cuatro sujetos, que ya son buscados por las autoridades ministeriales, uno de los cuales habría manifestado abiertamente que sentía odio por las prostitutas ya que, según él, una mujer de la vida galante le cortó los testículos y que podría ser el móvil del cobarde homicidio.

Una amiga de la occisa fue testigo de los hechos y la cual igualmente fue agredida físicamente, aunque se salvó de ser también asesinada.

Las dos féminas sostuvieron relaciones sexuales con los cuatro tipos antes del crimen.

La mujer asesinada fue identificada como Laura Verónica Chávez Martínez, contaba con 28 años de edad, era madre soltera de una niña de 6 años de edad, y tuvo su último domicilio en la calle Reinas de la Feria número 441 del fraccionamiento Rodolfo Landeros Gallegos, donde habitaba con su madre.

Como se mencionó, trabajó como mesera en el bar “Seven”, ubicado en la avenida Convención casi Las Américas.

Su amiga es María de Lourdes Gutiérrez Álvarez, de 47 años, de ocupación sexo-servidora y con domicilio en la calle Francisco Pérez Ríos de la colonia Ojo de Agua.

El pasado martes 10 de junio, a las 22:30 horas, las dos mujeres se encontraban en el citado bar cuando de pronto llegaron cuatro sujetos a bordo de una camioneta en color blanco, al parecer una Ford Escape.

Los tipos les preguntaron cuánto cobraban (por sus servicios sexuales) y ellas les respondieron que 400 pesos.

Los sujetos estuvieron de acuerdo con la “tarifa” y les pidieron que abordaran la unidad. Laura Verónica ocupó el asiento del copiloto y María de Lourdes el asiento posterior.

El que dirigía la camioneta se trasladó a una gasolinería ubicada en el fraccionamiento Villas de las Palmas, al oriente de la capital, donde cargó combustible y luego continuó su marcha.

Los sujetos llevaron a las dos mujeres frente al Motel Panorama, en la salida a San Luis Potosí, y en un lote baldío sostuvieron relaciones sexuales con ellas.

Según se logró conocer, María de Lourdes fue bajada de la camioneta y Laura Verónica permaneció a bordo de ella, mientras alternaban con sus clientes.

En determinado momento, María de Lourdes escuchó que Laura Verónica gritaba “…me está ahorcando…”, refiriéndose al sujeto con el que en ese momento intimaba.

Al oír lo anterior, María de Lourdes pretendió acercarse para ver qué sucedía, pero otro de los tipos la rasguñó y la arrastró para evitar que se aproximara al vehículo.

Enseguida, la propia María de Lourdes oyó que uno de los sujetos decía “…mi trauma es odio a las putas porque una de ellas me cortó los testículos…” y luego escuchó que golpeaban a su amiga Laura Verónica.

Uno de los tipos le propinó un fuerte golpe a María de Lourdes arriba de la oreja izquierda, por lo que quedó semi-inconsciente, aunque alcanzó a escuchar que la camioneta arrancaba y que los sujetos se llevaban a su amiga.

Instantes después, al reaccionar un poco, la sexo-servidora caminó hacia la carretera 70 Oriente, donde pidió ayuda y poco después al lugar acudieron policías preventivos y paramédicos del ISSEA, a quienes les explicó lo sucedido, indicándoles que cuatro sujetos se llevaron a su amiga Laura Verónica.

Los oficiales organizaron un operativo para tratar de localizar a los sospechosos y a la mesera, pero no lo consiguieron.

Los paramédicos auxiliaron a María de Lourdes y la trasladaron a recibir atención al Hospital Tercer Milenio, donde permaneció internada varias horas y la tarde del miércoles 11 fue dada de alta.

En el caso de Laura Verónica, se estableció que los cuatro sujetos se la llevaron a la carretera 58, que conduce a la comunidad El Duraznillo, y que se detuvieron a la altura del kilómetro 0+600, donde la bajaron y asesinaron.

La joven mesera fue golpeada brutalmente en la cabeza con un objeto contundente y luego le rociaron un acelerante, no identificado hasta el momento, y le prendieron fuego para tratar de calcinar su cadáver, tras de lo cual se dieron a la fuga.

El mismo miércoles, alrededor de las 07:15 horas, por el sitio pasó una persona y descubrió el cuerpo de la mujer, por lo que dio aviso a las autoridades, presentándose policías preventivos y estatales, que confirmaron el hallazgo y acordonaron la zona.

Poco después llegaron el Ministerio Público, agentes ministeriales del Grupo Homicidios y peritos de Servicios Periciales para iniciar las investigaciones correspondientes.

El cadáver de Laura Verónica fue encontrado cerca de la carretera y a un lado de un mezquite. Yacía boca arriba, con las piernas abiertas y los brazos extendidos.

Estaba totalmente desnuda y a simple vista se le apreció un agujero en la cabeza y quemaduras en la cara, el pelo y las piernas.

Al momento de ser asesinada llevaba puesto un vestido en color rojo, el cual le quedó reducido como si fuera un sostén debido al fuego.

El cuerpo fue levantado y trasladado al Servicio Médico Forense, donde se le practicó la autopsia y se concluyó que murió de un traumatismo craneoencefálico severo con fractura de cráneo, es decir, de fuertes golpes en la cabeza.

La víctima ingresó como desconocida, pero posteriormente fue identificada por su madre, que la reconoció, entre otras cosas, por una cicatriz que tenía en la pierna derecha.

Al ahondar las indagatorias, los agentes ministeriales lograron conocer el sitio donde tanto Laura Verónica como María de Lourdes intimaron con los cuatro sujetos, por lo que se trasladaron al lote baldío frente al Motel Panorama, donde encontraron y aseguraron tres trozos de papel de baño, unos  lentes para sol y unos aretes, al parecer propiedad de la occisa.

También ubicaron una piedra con rastros de sangre, que sería cotejada para verificar si correspondían a la mujer asesinada o a su amiga agredida.

No obstante, no habían logrado identificar a los cuatro sujetos responsables del homicidio.

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