¡Atraparon al que asesinó a martillazos a un vendedor de drogas en la antigua Línea de Fuego!

AGUASCALIENTES, AGS.- Ya fue detenido el sujeto que asesinó a martillazos a un vendedor de drogas dentro de su casa en la antigua Línea de Fuego y el cual confesó que lo hizo por coraje ya que éste le había faltado el respeto a su esposa y porque cuando cometían robos juntos, la víctima se quedaba con la mayor parte del botín.

El presunto asesino es Luis Fernando Díaz Beltrán alias “El Tatus”, de 35 años, que ya está preso en el CERESO Aguascalientes acusado por el delito de homicidio doloso calificado.

Este sujeto es originario de Ojuelos, Jalisco, pero con varios años residiendo en Aguascalientes, primero en la colonia Insurgentes, después en El Puertecito de la Virgen y finalmente en la calle Clavo de la citada antigua Línea de Fuego.

A quien asesinó fue a Ricardo Alejandro Pedroza Reyes alias “El Descalzo”, de 28 años, originario de Ciudad Juárez, soltero pero padre de tres hijos que procreó con dos mujeres diferentes, con domicilio en la calle Braseros de dicho lugar y que se dedicaba a la venta de droga “crystal”.

“El Tatus” resultó con un ingreso a las celdas de la Policía Ministerial por el delito de robo y era adicto a las drogas, que le compraba precisamente a la víctima mortal.

El domingo 4 de enero, por la mañana, “El Tatus” con su esposa y sus tres hijos se trasladó a la casa de su suegra en la colonia Insurgentes, donde estuvo tomando cervezas, regresando a su casa después de las 8 de la noche.

Enseguida, fue a la casa de “El Descalzo” para comprarle una “cebollita” de droga, pero éste le dijo que no tenía mercancía y que regresara al día siguiente, por lo que se retiró.

Luis Fernando se encontró con un amigo conocido como “El Charly”, que traía una botella de vino y estuvieron tomando juntos hasta que la esposa de “El Tatus” le dijo que ya se metiera a su casa a dormir y así lo hizo, aunque antes ingirió unas pastillas psicotrópicas.

Sin embargo, ya en la madrugada del lunes 5, Luis Fernando recordó que en una ocasión “El Descalzo” le faltó el respeto a su esposa y que cuando cometían robos juntos y se repartían el botín, éste se quedaba con la mayor parte, por lo que se molestó.

Debido a lo anterior, decidió irlo a buscar, tomando un martillo que estaba en una mesa.

Al llegar a la casa del vendedor de drogas, que como puerta sólo tenía una cobija, se introdujo sin problemas y lo vio acostado en la cama, por lo que lo golpeó con el martillo en la cabeza hasta que lo mató.

Posteriormente, regresó a su casa y se cambió el pantalón y la playera debido a que se mancharon de sangre, además de que escondió el martillo.

“El Tatus” volvió a salir a la calle y fue a la casa de su amigo “El Charly”, a quien le propuso que fueran a comprar droga y se trasladaron a la colonia Insurgentes para que uno de sus cuñados les consiguiera “crystal”, que estuvieron consumiendo hasta las 4 de la madrugada.

Después, regresaron a la antigua Línea de Fuego y mientras Luis Fernando se dirigió a su casa, “El Charly” entró a la de Ricardo Alejandro y lo encontró muerto, por lo que salió gritando y fue a avisarles a los padres de éste, que viven en el fraccionamiento Los Sauces.

“El Tatus” salió de su vivienda y se acercó a la de la víctima para aparentar que no sabía nada, arribando poco después las autoridades para iniciar las investigaciones correspondientes.

“El Charly”, “El Tatus” y otro sujeto apodado “El Capu” fueron detenidos por policías preventivos ya que fueron los últimos que vieron con vida a Ricardo Alejandro, por lo que fueron entregados a agentes ministeriales para su investigación.

Luis Fernando terminó por confesar que fue él quien asesinó a martillazos al vendedor de drogas por faltarle al respeto a su esposa y porque se quedaba con la mayor parte de las cosas que robaban juntos, tras de lo cual llevó a los agentes investigadores a su casa para que aseguraran la ropa que traía puesta cuando cometió el asesinato y el martillo con el que golpeó a la víctima.

Tales objetos fueron revisados por los peritos de Servicios Periciales, que determinaron que la sangre que presentaban correspondía a la de Ricardo Alejandro, que falleció de 7 fuertes golpes que recibió en la cabeza.

Por lo anterior, Luis Fernando fue enviado al Penal de la salida a Calvillo y consignado ante un juez penal para que responda por el homicidio del vendedor de drogas.