¡Atraparon al sicario “El Motomaníaco” en Aguascalientes!

• Un juez de Jalisco le giró una orden de aprehensión por delincuencia organizada
• Prestó su casa en Parras para la ejecución de 4 mujeres y un estilista homosexual en el 2009

AGUASCALIENTES, AGS.- Agentes de la Policía Ministerial detuvieron en esta ciudad a un presunto sicario conocido como “El Motomaníaco” por una orden de aprehensión que le giró un juez federal de Jalisco por el delito de delincuencia organizada por su presunta participación en la ejecución de cuatro mujeres y un estilista homosexual en el fraccionamiento Parras de la capital hidrocálida en mayo del 2009.

Este sujeto era el dueño de la casa donde ocurrió el multi-homicidio y la cual prestó para que se llevaran a cabo los asesinatos de las mujeres, ya que, supuestamente, “sabían mucho” de un grupo delictivo y, presuntamente, se quedaron con un dinero por la venta de drogas de unos traficantes conocidos como “Los Caches”, ejecutados posteriormente en Jesús María.

“El Motomaníaco” fue identificado como Iván Sabino Gámez Saucedo, de 36 años y que aquí tenía su domicilio en el fraccionamiento Trojes de San Cristóbal.

Los agentes ministeriales lo detuvieron en la avenida Universidad y la calle San Antonio del fraccionamiento San Cayetano, en cumplimiento a una orden de aprehensión que le giró el Juzgado IV de Distrito de Procesos Penales y Federales de Jalisco por delincuencia organizada.

Iván Sabino fue trasladado al edificio de la Dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Justicia, donde se le indicó que Édgar Eduardo Garza Murillo (a) “El Negro”, ex líder de la organización criminal “La Oficina” (detenido en febrero del 2012 en Zapopan, Jalisco), lo señalaba como participante en el homicidio de cuatro mujeres y un estilista la madrugada del sábado 2 de mayo del 2009, en la casa marcada con el número 120 de la calle Misión del fraccionamiento Parras.

Al respecto, “El Motomaníaco” dijo que tal vivienda era de su propiedad y la proporcionó para que llevaran a cabo el múltiple homicidio.

Las autoridades federales, tras la quíntuple ejecución, iniciaron una investigación y determinaron la probable responsabilidad de Iván Sabino en los hechos, por lo que se le giró la orden de aprehensión por delincuencia organizada.

A través de trabajos de inteligencia, se estableció que “El Motomaníaco” se encontraba en Aguascalientes, por lo que se solicitó la colaboración de la Policía Ministerial para su localización y captura, siendo ubicado y arrestado en el lugar señalado.

Tras lo anterior, el sujeto, bajo un fuerte operativo de seguridad, fue trasladado a la ciudad de Guadalajara a disposición del juez federal que ordenó su captura para que se le resuelva su situación legal.

Las personas ejecutadas aquel 2 de mayo del 2009 resultaron ser Raquel García Nieto, de 21 años y originaria de Nuevo Laredo, Tamaulipas; Rosa Ángela Larios Esparza, de 22; las hermanas Judith Elizabeth, de 25 años, y Blanca Patricia, de 24, de apellidos Acevedo Jiménez, así como el estilista Elías Hernández de la Rosa, de 32, éstos originarios de Aguascalientes.

Las cinco ejecuciones fueron consumadas por el ex policía preventivo Juan Olivares Guerrero, Mario Alberto García Rosas y Arnulfo de la Peña Zúñiga, que fueron detenidos ese mismo día por policías preventivos y el 15 de noviembre del 2013 el juez Tercero Penal les dictó una sentencia condenatoria de 120 años de prisión, para cada uno, tras encontrarlos responsables por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación, alevosía y ventaja.

También participaron dos sujetos más: Bernardo Magaña Rosas (a) “El Berna” y otro conocido solamente como “El Franco”, que hasta la fecha no han sido detenidos.

Un tipo conocido como “El Jefe”, tampoco detenido, ordenó las muertes de las cuatro mujeres porque “sabían mucho” de un grupo delictivo y quedaron a deber dinero por la venta de drogas.

“El Berna” fue el encargado de planear los asesinatos e invitó a los otros sujetos a participar, por lo que aceptaron y se trasladaron al domicilio mencionado, donde se escondieron en el patio y les prestó armas de fuego largas y cortas.

“El Berna” contactó a las mujeres y las invitó a una supuesta fiesta que se celebraría en la casa de la calle Misión del fraccionamiento Parras, por lo que las cuatro se presentaron acompañadas del estilista la madrugada del sábado 2 de mayo.

Al verlos llegar, Juan Alberto, Mario Alberto y Arnulfo salieron del patio y amenazaron a las víctimas con las armas, tras de lo cual las subieron a la planta alta de la vivienda y las encerraron en habitaciones separadas.

Enseguida, a partir de las tres de la mañana, comenzaron las ejecuciones.

Se estableció que a las mujeres, una por una, las llevaron a un cuarto, las acostaron boca arriba en una cama, Mario se subía encima de ellas a la altura del pecho mientras que Juan Alberto las tomaba de los brazos para inmovilizarlas y “El Franco”  les colocaba una almohada en la cara para asfixiarlas y luego las estrangulaba con un gancho para la ropa.

Al último que asesinaron fue al estilista.

Consumados los cinco asesinatos, bajaron los cuerpos a la sala del primer nivel, los acostaron sobre el piso y los cubrieron con unas sábanas.

El mismo sábado, alrededor de las 8 de la mañana, “El Berna” y “El Franco” salieron de la casa, diciéndoles a sus cómplices que irían a la tienda y que los esperaran, pero ya no volvieron.

Esta situación extrañó a Juan Alberto, quien salió de la casa con la intención de darse a la fuga, pero en esos momentos llegaron elementos de la Policía Preventiva y lo detuvieron.

Los uniformados acudieron al inmueble porque habían recibido una llamada anónima donde les notificaban que en el interior de la finca había personas amordazadas, por lo que al irrumpir en la casa encontraron los cuerpos sin vida de las cuatro mujeres y el estilista.

Al verse descubiertos, Mario Alberto y Arnulfo intentaron darse a la fuga a través de las azoteas, pero finalmente fueron capturados.

Los tres delataron a Bernardo Magaña Rosas y a “El Franco” como partícipes en la ejecución, pero no se les localizó.

Los tres detenidos fueron enviados al CERESO y consignados ante el juez penal, que los procesó por homicidio doloso calificado y a cada uno lo condenó a 120 años de prisión.

También los sentenció al pago de 875 mil 567 pesos con 20 centavos por concepto de reparación del daño a favor de los familiares de las víctimas y al pago de 77 mil 925 pesos como multa a favor del fondo para la administración de justicia.

Días después de las ejecuciones fueron detenidos Iván Sabino Gámez Saucedo y su hermano Erick Alejandro, a quienes se les arraigó para ser investigados.

“El Motomaníaco” declaró que tenía aproximadamente un año y medio de rentar la casa de la calle Misión número 120 en el fraccionamiento Parras a un amigo de nombre Víctor Manuel Saldívar Gaytán, pero que éste la dejó cinco meses antes de los asesinatos ya que su esposa Ana Yadira Durán Herrera había tenido un hijo.

Indicó que el 22 de abril del 2009 se encontró a un amigo al que conocía por el nombre de Paúl García (a) “El Monchis”, que conoció en el municipio de Tlanepantla, Estado de México, en un evento de motociclismo a principios del año 2006, quien le pidió la casa que rentaba en el fraccionamiento Parras ya que quería pasar unos días en la Feria Nacional de San Marcos, por lo que lo llevó a la casa y le dio las llaves de la misma.

Agregó que después de ese día le habló en varias ocasiones a su teléfono celular, siendo el número 668-111-13-32, pero que ya no le contestó, por lo que fue al domicilio el jueves 30 de abril y no encontró a su amigo, por lo que continuó hablándole por teléfono a su celular.

Dijo que a las 11 de la mañana del sábado 2 de mayo le habló su padre para comentarle que algo había pasado en la casa, enterándose después que habían ejecutado a unas personas, pero que él no sabía nada al respecto.

Al vencerse el arraigo, Iván Sabino fue dejado en libertad junto con su hermano Erick Alejandro ya que en esos momentos no se les comprobó su participación en los hechos.

Sin embargo, tras ser capturado, Édgar Eduardo Garza Murillo, “El Negro”, como líder de “La Oficina”, confesó todas las ejecuciones en las que estaba involucrado, entre ellas las de las cuatro mujeres y el estilista en el fraccionamiento Parras, delatando a Iván Sabino como partícipe ya que les prestó el domicilio para asesinarlas.

Por lo anterior, el juez federal de Jalisco le libró la orden de aprehensión por delincuencia organizada y en su cumplimiento fue detenido y encarcelado para que responda por ello.