¡Ebrio minero murió arrollado por el tren en Cosío!

COSIO, AGS.- Instantánea y espantosa muerte tuvo un ebrio minero luego de haber sido atropellado por el tren en la comunidad Estación Adames, perteneciente a este municipio, la madrugada del pasado domingo 18 de agosto, tras salir de su casa debido a que discutió fuertemente con su esposa.

El minero respondió al nombre de Fernando Trujillo Guillén, tenía 36 años de edad, estuvo casado con María Elena Martínez Guillén, de 37 años, y vivió en la calle Jesús García número 44-B de la comunidad Soledad de Abajo, en Cosío.

Los hechos se registraron sobre el kilómetro 644 de la vía férrea tramo Zacatecas-Aguascalientes, a la altura de Estación Adames, aunque las autoridades no habían determinado la hora exacta.

El minero, desde la tarde del sábado 17, comenzó a consumir bebidas embriagantes en el interior de su domicilio, lo cual molestaba a su cónyuge, ya que era frecuente que se emborrachara.

Al filo de las dos y media de la madrugada ya del domingo, Fernando y María Elena salieron de su casa para acompañar a su hija al domicilio de ella, ubicado relativamente cerca.

Una hora después regresaron caminando y como ya estaba muy borracho, el minero le comentó a su esposa que quería salir a dar una vuelta, a lo que ella se opuso, diciéndole que era mejor que se acostara a dormir debido a que, por lo tomado que estaba, apenas si podía caminar.

María Elena aprovechó el momento para decirle que ya estaba harta que se emborrachara de esa manera, por lo que Fernando le contestó y discutieron fuertemente, por lo que luego de la pelea, la mujer se fue a dormir y ya no supo nada de su marido, que, por su parte, salió del domicilio y se retiró.

Las autoridades ministeriales presumieron que el minero llegó a las vías y que por lo borracho que estaba no se percató de la presencia del tren, que lo arrolló y le causó la muerte.

El ferrocarril continuó su viaje normal ya que, aparentemente, el maquinista no se habría dado cuenta de lo sucedido.

Alrededor de las siete y media de la mañana, el cuerpo del minero fue descubierto por su compadre Juan Gabriel Collazo Bustos, de 37 años, que es vigilante y cuida a lo que le llaman “El Campamento”, en Estación Adames, cerca de las vías del ferrocarril.

Él estaba trabajando cuando de pronto observó un bulto en medio de las vías, por lo que se acercó y se dio cuenta que se trataba de una persona, pero al verla más de cerca confirmó que se trataba de su compadre, solicitando ayuda de inmediato a los servicios de emergencia.

Al lugar acudieron poco después el oficial Gualberto Esparza, en la patrulla 0012 de la Policía Preventiva de Asientos, y paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-330, a cargo de Gustavo Díaz, que revisaron al hombre y confirmaron que ya había fallecido.

Tras lo anterior, se requirió la presencia del Ministerio Público para que diera fe de los hechos, presentándose con agentes del Grupo Homicidios, que realizaron las investigaciones del caso, y peritos de Servicios Periciales, que se encargaron del levantamiento del cadáver del minero para su traslado al SEMEFO, donde se le practicó la autopsia de ley.