¡Jalisciense fingió ser secuestrado para atracar a su patrón en Aguascalientes!

• Le hurtó una gran cantidad de alhajas y dinero; ya está preso en el CERESO

AGUASCALIENTES, AGS.- Agentes de la Policía Ministerial detuvieron, otra vez, a un sujeto que fingió haber sido secuestrado para robarle una gran cantidad de alhajas y dinero en efectivo a la persona para la que trabajaba como chofer, pero se descubrió su mentira y ahora ya está preso.

El sospechoso ya había sido arrestado y tras rendir declaración se le dejó en libertad, pero como faltó parte del botín por ser recuperado se le volvió a apresar y trasladar al CERESO Aguascalientes a disposición de un juez penal, acusado por el delito de robo calificado en agravio de la empresa Orfebres Saldaña, con sede en la ciudad de Guadalajara y dedicada a la compra y venta de oro.

El detenido dijo llamarse Enrique Romero Santos, de 38 años y originario de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.

Los hechos que se le imputan ocurrieron el viernes 10 de enero de este año.

Enrique trabajaba como chofer para un hombre y juntos recorrían varios Estados del país para la compra y venta de oro y cobrar dinero.

El día mencionado arribaron a esta capital y se hospedaron en un hotel de la avenida José María Chávez, indicándole su patrón que lavara el auto en que viajaban, un Volkswagen Jetta con placas de Jalisco, mientras él se bañaba.

Sin embargo, como sabía que en la cajuela del coche guardaban el dinero y joyas, decidió apoderarse de un maletín donde había efectivo y una bolsa en color negro con varias piezas de oro, tras de lo cual decidió darse a la fuga.

Enrique dejó abierta la cajuela del vehículo y se retiró, fingiendo haber sido secuestrado ya que les llamó a sus familiares para así hacérselos creer.

Al salir de bañarse, el patrón del ahora acusado se dio cuenta de su desaparición así como del dinero y las joyas, por lo que acudió ante las autoridades ministeriales a formular una denuncia por robo.

Mientras tanto, el desleal empleado tomó un vehículo y se dirigió a las avenidas José María Chávez y Siglo XXI, tras de lo cual caminó hasta llegar al final de la avenida Mahatma Gandhi, donde en un lote baldío enterró el botín.

Después, se trasladó a un hotel, donde permaneció dos días y siguió llamándoles a sus familiares para indicarles que estaba privado de su libertad.

Enrique compró una mochila y regresó a donde había dejado el botín para sacar las joyas, dejando ahí mismo el dinero.

Luego, compró una bicicleta para trasladarse a Encarnación de Díaz, Jalisco, pero al llegar a la Puerta de Acceso Sur la abandonó y continuó caminando por un cerro hasta llegar a dicho municipio, donde estuvo dos días y luego siguió su camino.

Un mes después de los hechos llegó a Guadalajara, diciéndoles a sus familiares que ya había sido liberado, ocupando una casa abandonada, donde guardó las joyas que robó, aunque tomó algunas para venderlas, obteniendo 12 mil pesos que gastó en cosas personales.

El hombre para el que trabajaba nunca creyó que había sido secuestrado y lo señaló como el responsable del hurto del dinero y las piezas de oro, por lo que la Procuraduría de Justicia local solicitó el apoyo de la Fiscalía de Jalisco para su localización y captura, que se registró poco después en el municipio de Ameca.

Enrique fue trasladado a esta ciudad y al tomársele su declaración sobre los hechos, aceptó haber fingido su secuestro para justificar el robo de las alhajas y el dinero, lográndose recuperar parte de las joyas, por lo que se le dejó en libertad.

Sin embargo, el agraviado, al ser notificado de lo anterior, indicó que faltaban más joyas por ser recuperadas, por lo que Enrique fue localizado nuevamente y ahora arrestado sobre la avenida Mahatma Gandhi, indicando que las piezas faltantes las vendió en Guadalajara.

Al ser detenido, el sospechoso forcejeó con un agente y le provocó una lesión en un brazo y le dañó su reloj, por lo que fue sometido y luego presentado ante el Ministerio Público, que lo consignó ante el juez penal por el robo a su patrón.