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¡La directora del CENDI del IEA atentó contra la vida de una empleada!

  • Pese a saber que padece de diabetes no le permitía suministrarse su insulina; ya fue denunciada penalmente ante la Procuraduría de Justicia

DIRECTORA CENDI_1 - copiaAGUASCALIENTES, AGS.- En graves problemas con la justicia se metió la directora del CENDI del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Carmina Zurita Toledo, que fue denunciada penalmente por la cocinera del plantel, que estuvo a nada de perder la vida a causa de la diabetes que la aqueja debido a que la prepotente servidora pública no le permitía suministrarse el medicamento que requería para tener controlada su enfermedad.

La denunciante dijo ser Paula María de los Ángeles Chavarría Carranza, vecina de la colonia El Riego, que desde hace 23 años labora para el IEA como cocinera, con un horario de 07:00 a 14:30 horas de lunes a viernes.

En su querella, copia de la cual obra en poder de NOTICIERO EL CIRCO, la quejosa declaró que “desde el mes de febrero, en que fue presentada como directora del CENDI, Carmina Zurita Toledo, comenzó a ejercer actos discriminatorios en contra de un grupo de 20 empleados, situación que ya se hizo del conocimiento del Instituto de Educación de Aguascalientes.

Lo que comenzó como acoso laboral, se ha tornado, según mi apreciación, en una puesta en peligro de mi salud.

El día 8 del presente mes y año, en el momento de estar checando mi entrada laboral, llegó mi ahora denunciada (Carmina Zurita Toledo) y me dijo textualmente “espérame en la Dirección, porque te voy a hacer tu oficio de cambio”, por lo que le contesté que estaba bien.

Después de aproximadamente 10 minutos, me dijo “deme las llaves de la lavandería”, a lo que le informé que iría primero a mi locker para sacar de ahí mi medicamento, así como objetos personales, diciéndome en ese momento “entréguemelas ahora”, a lo que le dije que primero me permitiera sacar mi medicina, que era lo que más me urgía, diciéndome “ahorita mando sacar tu medicina y tus cosas, vente”, indicándome que la siguiera y me condujo a la cocina, lugar en el cual le dijo textualmente a la jefa del área de nutrición “ponla a hacer algo en lo que le hago el oficio de cambio de área”, permaneciendo en ese lugar desde ese momento y siendo aproximadamente las 10:00 horas se presentó en la cocina la enfermera de nombre Rosa Imelda Torres, por lo que pensé que el motivo era para entregarme mi medicamento, sin embargo, ésta me dijo “señora Paula le habla la directora, la espera en la Dirección”.

Me trasladé en ese momento con la directora del CENDI y una vez estando con ella me dio un oficio, el cual me pidió que lo firmara, sin embargo el oficio en cuestión no señalaba nada con relación a mi cambio de actividades, si no que el mismo indicaba que la suscrita solicitaba de manera voluntaria mi cambio de adscripción, señalándole a Carmina Zurita Toledo que yo no le firmaría dichos documentos puesto que esa no era mi voluntad, diciéndome “son órdenes de jurídico que tú lo firmes” y le dije “entonces que jurídico venga a decírmelo”, pidiéndome la directora que me saliera de su oficina, diciéndole que antes me diera mi medicamento, que es insulina y mis jeringas ya que soy diabética, situación que es bien conocida por la directora, debido a ello y por prescripción médica requiero inyectarme dicha sustancia por las mañanas y por las noches, diciéndome la directora “váyase a trabajar, después ordenaré que se la entreguen”.

Debido a la situación tan estresante que me hizo pasar la directora del CENDI, Carmina Zurita Toledo, me comencé a sentir mal ya que tengo mucho tiempo padeciendo diabetes y empecé a reconocer los síntomas de traer demasiado alto el nivel de glucosa en sangre, lo que comúnmente se conoce como que “se sube el azúcar”.

El área del Departamento Jurídico del IEA tuvo conocimiento del caso y le indicaron que me permitiera sacar mis cosas del locker, lo que nunca sucedió, por lo que ante el riesgo que corría mi salud e incluso mi vida, opté por ir de nueva cuenta a la Dirección para pedirle de nueva cuenta a la directora que ordenara me entregaran mi medicamento o que me diera las llaves para poder suministrármelo ya que me sentía muy mal.

Fui atendida por la maestra Marisol, jefa del área pedagógica, quien me dijo que la directora había salido y no sabía si se iba a tardar y como le dije que necesitaba atención médica salió de dicho lugar para alcanzar a la directora y cuando regresa le dijo a Laura Luévano Soledad que me lleve con el doctor del Instituto y así se hizo.

Ya estando ahí, el doctor me hizo una prueba con su glucómetro y el resultado que vi es que yo traía la glucosa en 400, diciéndole textualmente el doctor a Laura Luévano Soledad “es urgente que le permitan aplicarse su insulina” porque me podía dar un coma diabético y si eso sucedía él no se haría responsable.

El médico le habló a la enfermera Rosa Imelda Torres, que es la del CENDI, para que le preguntara a la directora en qué lugar estaba el medicamento o quién debería entregármelo.

Mi malestar aumentó y el doctor le dijo a Laura que es urgente que me pongan mi insulina, cuando llegamos al CENDI, la secretaria de la directora, Aidé Virginia, fue a la lavandería, saca mi medicamento y jeringas y mis cosas personales, entregándome dicha jeringa así como la insulina, misma que me apliqué inmediatamente, pero como el doctor había ordenado que me trasladaran de urgencia al hospital, me llevaron al Seguro Social, ahí me hicieron estudios de laboratorio y efectivamente traía mi glucosa en 401, dejándome internada en dicho hospital”.

La cocinera declaró también que decidió denunciar a la directora del CENDI ya que no le permitió sacar su insulina y jeringa del locker para aplicársela, lo cual puso en riesgo su vida.

Para finalizar, declaró que “en diversas ocasiones la directora ha manifestado que ella se encargará de sacar al personal que ya tiene mucho tiempo en el CENDI o que está enfermo, para meter empleados nuevos y como ha quedado de manifiesto, mi ahora denunciada pretende cambiarme de adscripción aun en contra de mi voluntad e incluso queriéndome engañar para que firmara un cambio, todo porque la suscrita, por mi estado de salud, requiero de estarme suministrando insulina”.

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