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¡Los ciudadanos seguimos esperando la promesa de campaña de Teresa Jiménez de: Correr a CAASA!

· Un claro ejemplo de demagogia y prácticas populistas con las que pretende vernos la cara día a día a los ciudadanos.

· Pretende vender a los habitantes de diferentes zonas de la capital ilusiones, en lugar de dar resultados concretos en lo que verdaderamente le compete

· hoy se fragua una nueva treta de la Alcaldesa, y esta tiene que ver con su fingida demencia, con la que pretende hacer pasar desapercibida a la ciudadanía de una de sus principales promesas de campaña

AGUASCALIENTES, AGS.- “CAASA ya se va”: fue la promesa de campaña de la hoy Presidenta Municipal de Aguascalientes, Teresa Jiménez a los ciudadanos de Aguascalientes, por lo que en el partido Revolucionario Institucional le exigimos que cumpla su palabra.

Teresa Jiménez, actual titular del Gobierno Municipal Aguascalientes, es un claro ejemplo de demagogia y prácticas populistas con las que pretende vernos la cara día a día a los ciudadanos.

Al respecto de la respuesta de la Presidenta Municipal a la intención de CAASA para renovar su concesión, el Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Enrique Juárez Ramírez, mencionó que: “Es un oportunismo político, sigue haciendo promesas de campaña. Lamentable que tuvo 3 años para hacerlo y preparar las condiciones jurídicas para que se fuera la concesionaria y no presentarse hoy con una decisión Cantinflesca de que se va, pero no se va, y al final se quedará hasta el 2023”.

En el Partido Revolucionario Institucional, estamos convencidos de los ejemplos del circo populista con los que la señorita Teresa Jiménez pretende vender a los habitantes de la capital ilusiones, en lugar de dar resultados concretos en lo que verdaderamente le compete

Las constantes dadivas y gestiones clientelistas con las pretende enmascarar la realidad y el abandono en el que mantiene a algunas colonias y a sus habitantes son una clara realidad.

La gente es engañada con tretas, facetas, simulaciones, espectáculos y gastos innecesarios en sus colonias; como si eso fuera más importante que resolver la ineficacia en los servicios públicos.

Contrario a ello, sus promesas solamente sirven como instrumento de promoción personal, es decir, como un tipo de campaña anticipada rumbo a la renovación de las alcaldías el año entrante.

Mientras el espectáculo sigue en su apogeo, hoy se fragua una nueva treta de la Alcaldesa, y esta tiene que ver con su fingida demencia, con la que pretende hacer pasar desapercibida a la ciudadanía de una de sus principales promesas y eslogan de campaña.

El líder priista apunto que: «simplemente no ha cumplido su promesa de sacar a la ineficiente Concesionaria de Agua, CAASA. Pues en constantes entrevistas y eventos proselitistas, la señorita Jiménez, vocifera que una de sus primeras acciones como Presidenta sería la de librar de una vez por todas a los ciudadanos de Aguascalientes de los abusos que la concesionaria extranjera hace cotidianamente a los hidrocálidos».

«No cumplió su propuesta, hoy en día recibe la descarada petición de CAASA para seguir ofreciendo el servicio de “llevar agua potable a las casas de los habitantes de la ciudad capital”, con ello, Teresa Jiménez pretende desviar la atención y hacer que la gente olvide su promesa, diciendo que solo responde a la carta de petición y se lava las manos en el asunto”.

Nuevamente resalta la panacea populista de Teresa Jiménez, sale a dar un posicionamiento mediático, argumenta que se va, pero no de una vez por todas, utiliza como eufemismo la continuidad de CAASA como empresa concesionaria de agua potable de Aguascalientes capital.

Además, es preocupante que al retirarse CAASA del Estado, la alcaldesa tampoco se preocupó por tener la infraestructura necesaria para que pudiera ser sustituida por otra concesionaria, o en su caso, operar el servicio de abastecimiento de agua por el propio municipio de Aguascalientes.

“Anunciar el fin de la concesión por el término de su plazo legal no es cumplir con su promesa de campaña; no se sabe si habrá otra concesión, si solo se cambia de razón social, o si el municipio tomara las riendas del abasto de agua. Si CAASA ya se hubiera ido, entonces podríamos aplaudir sus acciones, sabríamos que el discurso no quedó en palabras; sin embargo, a casi tres años de su mandato, no quedan claros los términos de la supuesta expulsión y termino de la relación con la concesionaria”, concluyó.

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