¡Salieron libres los autores intelectuales de un fallido asesinato en Tepezalá!

• Fueron acusados de homicidio doloso calificado en grado de tentativa y tuvieron derecho a fianza

AGUASCALIENTES, AGS.- Los dos sujetos que pretendieron asesinar a balazos a un presunto ladrón y distribuidor de drogas conocido como “El Patotas” en diciembre del 2013 en el municipio de Tepezalá, pero logró sobrevivir, recuperaron su libertad con el pago de una fianza, cuyo monto no fue establecido, aunque seguirán siendo procesados.

Los liberados son Juan Rodríguez Rangel y Gonzalo Lomelí Posada, que estaban acusados por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación, ventaja, alevosía y traición, en grado de tentativa, razón por la que tuvieron derecho a fianza.

El baleado resultó ser Luis Alfonso Herrera Romo, de 24 años de edad y con domicilio en la calle Cuauhtémoc de San Antonio Tepezalá, que en su haber resultó con varias detenciones por robo y delitos contra la salud.

Los hechos ocurrieron el viernes 6 de diciembre del año pasado.

Juan le compró a la madre de Luis Alfonso un pozo de agua en 90 mil pesos, firmándole varios pagarés, pero no le pagó, por lo que en varias ocasiones le estuvo cobrando.

Además, presuntamente, “El Patotas” descubrió que su pareja sentimental lo engañaba con Juan, por lo que en una ocasión, cegado por los celos, fue a buscarlo y lo amenazó de muerte.

Debido a lo anterior, Juan planeó asesinar a Luis Alfonso y visitó a su amigo Gonzalo Lomelí Posada, dueño de una tienda en Tepezalá, a quien le platicó sus intenciones y le preguntó si conocía a alguien que quisiera hacer tal “trabajito” (el homicidio).

Gonzalo le contestó que conocía a dos sujetos que podrían matar a Luis Alfonso y les llamó por teléfono, por lo que media hora después llegaron a la tienda en una camioneta.

Ahí, Juan les ofreció cierta cantidad de dinero por el “trabajo” y además les proporcionó una fotografía de Luis Alfonso para que lo identificaran.

De acuerdo al plan, los asesinos a sueldo se dirigieron a las inmediaciones del Rancho Bajío de Don Ramón, ubicado en la carretera estatal 90, cerca del kilómetro 5.3, cerca de Rincón de Romos, donde esperarían a “El Patotas” para matarlo.

Mientras tanto, Gonzalo, en un auto, fue a buscar a Luis Alfonso y al encontrarlo le preguntó que si le interesaba un trabajo, que consistía en la venta y distribución de drogas, indicándole que ganaría buen dinero y que les urgía un traficante, por lo que éste le contestó que sí.

Gonzalo le pidió que subiera a su carro para llevarlo con las personas que estaban solicitando al traficante para que las conociera y se pusieran de acuerdo con su paga, por lo que así lo hizo.

Intencionalmente, Gonzalo llevó a Luis Alfonso al sitio donde se encontraban los asesinos a sueldo y al llegar descendieron del vehículo, indicándole que en unos minutos llegarían las personas que lo contratarían.

En determinado momento, los dos sujetos salieron de unos matorrales y se acercaron a Luis Alfonso, al que le dispararon hasta en seis ocasiones con armas de fuego para asesinarlo.

“El Patotas” recibió los balazos en diferentes partes del cuerpo y cayó al piso, desangrándose y quedando inmóvil, por lo que los pistoleros creyeron que ya estaba muerto y se dieron a la fuga junto con Gonzalo.

No obstante, Luis Alfonso seguía vivo, por lo que instantes después se levantó y caminó hacia una carretera, donde vio pasar a un taxista y le pidió ayuda, por lo que éste, al verlo ensangrentado, lo trasladó al Hospital General de Rincón de Romos, donde quedó internado.

Los doctores que lo atendieron le diagnosticaron varias heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego, dando parte de su ingreso al nosocomio a las autoridades ministeriales, que iniciaron las investigaciones correspondientes, determinando que “El Patotas” era un presunto ladrón y distribuidor de drogas.

Días después, al recuperarse un poco, Luis Alfonso declaró que no conocía a los sujetos que lo balearon, pero que quien lo llevó al sitio donde fue agredido era Gonzalo Lomelí Posada, que tenía una tienda en la comunidad San Antonio de Tepezalá.

Por tal motivo, los investigadores se trasladaron a dicho lugar y al interrogar al tal Gonzalo les reveló que su amigo Juan Rodríguez Rangel fue el que planeó asesinar a “El Patotas” y él le ayudó a contactar a los asesinos a sueldo y a llevar a Luis Alfonso al sitio donde lo matarían.

Ante esto, los agentes ubicaron y detuvieron a Juan, que reconoció que mandó asesinar a Luis Alfonso debido a que éste lo amenazó de muerte.

Los dos sujetos fueron detenidos, arraigados y consignados ante el juez Mixto de Primera Instancia de Rincón de Romos, pero con el pago de una fianza recuperaron su libertad, aunque seguirán siendo procesados por el intento de asesinato, aunque todavía faltan por ser detenidos los dos asesinos a sueldo.