¡Ejecutaron a balazos a un adicto en Salto de los Salado!

• Al parecer fue por una deuda de drogas de mil 700 pesos; hay 3 sospechosos detenidos

AGUASCALIENTES, AGS.- Por una deuda de drogas que ascendía a mil 700 pesos, un joven adicto fue ejecutado a balazos en el predio Las Palomas, perteneciente a la comunidad Salto de los Salado, al sur de la ciudad, donde fue encontrado su cuerpo en estado de putrefacción y comido por animales carroñeros.

La víctima desapareció desde el sábado 1 de marzo y su cadáver fue localizado el jueves 6.

De manera extraoficial se logró conocer que una mujer y dos tipos se encontraban detenidos y sujetos a investigación para determinar si estaban involucrados en el asesinato.

El adicto ejecutado fue identificado como Erin Díaz Varela, contaba con 20 años de edad y tuvo su último domicilio en la calle Leo número 220 casi esquina con Cruz del Sur de la colonia Estrella.

Erin era adicto a las drogas y debía mil 700 pesos por unos enervantes que le entregaron y que no pagó.

El sábado 1 de marzo, a temprana hora, le pidió a su hermano que le prestara su auto, un Volkswagen Jetta, color verde, para dar una vuelta en la colonia, por lo que éste le entregó las llaves. Erin salió y se retiró, y esa fue la última vez que sus familiares lo vieron con vida.

Al ver que no regresaba, su consanguíneo le habló a su teléfono celular y al contestarle le preguntó dónde estaba ya que tenía que irse a trabajar y necesitaba su coche, a lo que éste le contestó que ya estaba cerca, pero nunca llegó.

Su hermano se fue a trabajar y regresó a las tres y media de la tarde, dándose cuenta que Erin no había vuelto, lo cual le pareció extraño, por lo que le marcó a su celular pero ya no le contestó.

El consanguíneo enteró de lo anterior a su padre y como sabían que Erin acostumbraba ir a un taller mecánico en la colonia Insurgentes, decidieron irlo a buscar a ese lugar. Al llegar, detectaron el VW Jetta estacionado en el exterior y observaron que un sujeto lo estaba desvalijando, por lo que le preguntaron por qué lo hacía y éste les contestó que a él se lo encargaron.

Al cuestionarle por Erin, les dijo que se había ido con unas muchachas al cuartel, por lo que le pidieron las llaves del carro, pero les contestó que el propio Erin las traía consigo.

El hermano del joven tenía poco tiempo de haber comprado el VW Jetta, por lo que le habló al anterior dueño para preguntarle si tenía una copia de las llaves y como le dijo que sí, fue por ellas y después regresó por el auto para llevárselo a su casa en la Estrella, pensando que al no verlo, Erin regresaría al domicilio, pero no fue así.

El resto del sábado y los demás días, sus familiares estuvieron esperando que Erin regresara, pero como no lo hizo y seguían sin tener noticias suyas, decidieron acudir a la Policía Ministerial para reportarlo como desaparecido.

El jueves 6, en el predio Las Palomas, en Salto de los Salado, fue encontrado el cadáver, en estado de putrefacción y comido por animales carroñeros, de una persona del sexo masculino.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense y se estableció que la víctima había muerto por varios disparos de arma de fuego que recibió en la cabeza, aunque por las condiciones en las que estaba el cadáver, se dificultó su identificación.

El lunes 24 de marzo, los investigadores contactaron a los familiares de Erin, por lo que acudieron su padre y su hermano y al ver el cuerpo lo identificaron plenamente. Aun así, fue citada su madre Raquel Varela para tomarle algunas muestras a fin de practicar estudios de ADN, mediante los cuales se comprobó que el cuerpo sí correspondía al desaparecido Erin.

Al ahondar en las pesquisas, los agentes ministeriales presumieron que el sábado mencionado, el joven acudió al taller mecánico en el Jetta de su hermano, pero que de ahí se lo llevaron al predio Las Palomas y lo ejecutaron a balazos.

Los elementos lograron detener a dos sujetos y una mujer, que fueron confrontados con los familiares del occiso, que reconocieron a uno de los tipos como el que estaba desvalijando el VW Jetta afuera del taller y a la fémina, ya que en una ocasión Erin la llevó a comer a su casa.

Sin embargo, sus identidades no fueron dadas a conocer y no se había establecido si tenían relación o no con la ejecución.