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¡Sentenciaron a un adolescente a 15 años de reclusión por un asesinato!

  • Mató a un hombre durante un asalto domiciliario; su cómplice ya había sido condenado a 22 años 8 meses de cárcel

SAGUASCALIENTES, AGS.- Llegó a su conclusión el juicio que se le seguía a Juan Carlos “N”, apodado “EL JUANILLO”, de 15 años, señalado como responsable de haber asesinado y robado a Eduardo Villanueva Fernández, por lo que el Juzgado Especializado en Justicia para Adolescentes dictó la medida de tratamiento de internamiento (sentencia) por 15 años en el Centro Estatal para el Desarrollo del Adolescente (CEDA), por el delito de homicidio doloso cometido con motivo de robo calificado con ventaja.

Cabe destacar que por este mismo homicidio ya había sido sentenciado a pasar 22 años con 8 meses de cárcel, Jorge Fernando Juárez Gurrola alias “El Pollo”,  por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación, alevosía, ventaja  y robo calificado.

Los lamentables hechos tuvieron verificativo el pasado 1 de octubre del año 2012, en el interior de un domicilio ubicado en el fraccionamiento Villas de San Antonio, por lo que el Juzgado Segundo de lo Penal otorgó la sentencia condenatoria de 22 años y 8 meses de cárcel por el delito de homicidio doloso calificado con las agravantes de premeditación, alevosía y ventaja;  y por el delito de robo calificado, lo que obligó a que el sentenciado fuera trasladado el Centro de Reeducación Social de El Llano.

La investigación del caso se fortaleció con la ubicación del auto Nissan Platina, color tinto, placas de  circulación AEF-55-04, propiedad del occiso, el cual fue ubicado por personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, estacionado en el cruce de las calles Gaviotas y Andador Pavorreal del Infonavit Pilar Blanco, al comprobar que se trataba del auto reportado en el homicidio, los policías solicitaron la presencia de Servicios Periciales, que levantaron huellas y en ese momento apareció una mujer que se identificó como esposa del propietario del auto, a quien le informaron que necesitaban hablar con él, toda vez que el auto era parte de una importante investigación, la mujer dijo que su marido se dedicaba a la compra y venta de autos y que no estaba, que había salido a la ciudad de Monterrey a conseguir unos autos, pero que en cuanto llegara le informaba que se presentara en el edificio de Averiguaciones Previas.

Sería al día siguiente que se presentó Braulio “N”, de 41 años, quien aseguró que el domingo 30 de septiembre se dirigió al auto tianguis conocido como aeropuerto ubicado en la carretera 45 Sur, en donde fue a ver si compraba un auto, y que al estar observando los vehículos se encontró con unos amigos que sabe tienen lotes de autos y observó el auto Platina, que le gustó y preguntó si estaba en venta, para ello un joven de complexión delgada, moreno claro, con un tatuaje en uno de sus brazos en forma de hongo le dijo que si, que se lo daba barato que le diera solamente $36,500.00 pesos, que era una ganga, el precio le pareció bueno, por lo que decidieron “calarlo”.

Al comprobar que la máquina estaba en buen estado, fue a su domicilio en Pilar Blanco y le entregó la cantidad pactada, ahí el joven le entregó la factura endosada y le dijo que no traía su credencial de elector, que si quería al día siguiente se la daría, por lo que le dio el número de su teléfono celular, aceptando el comprador y retirándose del lugar.

Al día siguiente le marcó al teléfono y no le contestó, por lo que decidió dirigirse al lote de autos de sus amigos para preguntar por el paradero del joven que le había vendido la unidad, al llegar le dijeron que se trataba de “El Pollo”, y que tenía su domicilio en la calle Loma Azul número 131 del fraccionamiento Lomas del Mirador, dirigiéndose al lugar y confirmando que no había nadie, y que la casa ni muebles tenía pensado que se podría tratar de algún mal negocio.

Con esta declaración los agentes investigadores se dirigieron al mencionado lote de autos, en donde interrogaron a  los trabajadores y ahí comprobaron que la persona que había vendido el auto le apodaban “El Pollo”, indicando que solamente sabían que vivía en Lomas del Mirador, por lo que los investigadores se dirigieron al lugar y al preguntar a los vecinos por los moradores de la casa, les dijeron que sólo sabían que la mamá del joven buscado vivía en la calle Padua de Villa de San Antonio, comprobando que se trataba de la misma calle donde se había registrado el homicidio.

Al llegar a la calle y preguntar por “El Pollo”, los vecinos dijeron que vivía curiosamente a un lado de la casa del finado, por lo que al tocar fueron recibidos por la señora María, madre de “El Pollo”, quien les dijo que su hijo se llamaba Jorge Fernando Juárez Gurrola y que no estaba, que se encontraba en la ciudad de Guadalajara, por lo que al preguntar por su domicilio, sólo dijo que sabía era en la colonia Loma Alta.

Con estos datos, varios policías ministeriales se dirigieron a la ciudad de Guadalajara y con el apoyo de sus homólogos de Jalisco, dieron con la colonia y se montó un operativo en la zona para tratar de ubicar a “El Pollo”, toda vez que ya contaban con fotografías del solicitado.

SSería el día 4 de octubre cuando observaron que en el cruce de las calles Basilio Vadillo y Pensador Mexicano, en una bicicleta viaja un joven que coincidía con las características del solicitado, por lo que se le detuvo y al preguntar por su nombre dijo llamarse Jorge Fernando con los mismos apelativos y apodo, por lo que se le dijo que tenía una orden de comparecencia en esta ciudad con relación al homicidio de una persona, siendo trasladado a esta ciudad capital.

Ya a disposición del AMP, “El Pollo”, dijo que efectivamente él había planeado meterse a robar a la casa de su vecino, toda vez que sabía que por lo regular los sábados llegaba tarde y bajo los efectos de las bebidas embriagantes, por lo que el viernes 28 de septiembre platicando con un amigo de nombre Juan Carlos, apodado “El Juanillo”, le planteó que se metieran a la casa de su vecino a robar, que sabía tenía dinero y aparatos, que podrían sacar un buen dinero, por lo que su cómplice le dijo que sí, que cuando lo haría, indicándole “El Pollo” que el día sábado.

Se quedaron de ver el día de los hechos, “El Juanillo” arribó cerca de las 21:30 horas y estuvieron ingiriendo cerveza hasta cerca de las 2 de la mañana, toda vez que los familiares de “El Pollo”, no estaban.

Así fue que cerca de las 2 de la mañana observaron que arribaba a su domicilio el vecino, por lo que se escondieron a un lado de la casa y al comprobar que metía su carro a la cochera se introdujeron rápidamente. Ya en sus manos, “El Pollo” traía un pedazo de ladrillo con el cual lo golpeó dejándolo inconsciente, por lo que le pidió a Juan Carlos que lo jalara y lo metiera a la casa y cerrara el portón, para que nadie los viera.

Ya en el interior, lo amarraron de pies y manos mientras comenzaban a buscar cosas de valor, descubriendo que había joyas, relojes, y aparatos electrónicos, pero cuando estaban guardado las cosas recobró el conocimiento el señor Eduardo, quien les dijo que le ayudaran, pero Jorge Fernando le dijo que le dijera donde estaba la factura de su carro, que se la diera.

El señor le dijo que lo desamarrara y que él se la daba, por lo que le quitaron las ataduras y llevando al señor a una de las recámaras para buscar el documento y dárselo a “El Pollo”, pero posteriormente lo volvieron a maniatar.

En un descuido, Eduardo se zafó de las ataduras y agarró del cabello a Jorge Fernando, por lo que éste le dijo a “El Juanillo”, que lo sometiera, quitándole una agujeta de uno de sus zapatos y se la colocaron en el cuello, para comenzar a jalar cada uno un lado, cuando vieron que no se movía, Juan Carlos le colocó una bolsa de plástico de color negro en la cabeza, dejándolo tirado en el piso.

Posteriormente, los dos homicidas comenzaron a subir los objetos que robaron a la cajuela del auto Platina, cerrado el domicilio, sin que nadie observara lo que había pasado, para darse a la fuga.

Dentro de su declaración, “El Pollo” aseguró que se detuvieron en una tienda de conveniencia para tomarse un refresco y esperar que se hiciera de día para llevar el auto al auto tianguis y venderlo para darse a la fuga a la ciudad de Guadalajara.

Después de la venta del auto, le habló a su ex pareja, a quien invitó a comer, mientras que su cómplice le dijo que se iba a su casa, que después se ponía de acuerdo para repartirse el botín, por lo que ya no supo más de él hasta el día de su detención.

Al día siguiente, Jorge Fernando fue a empeñar las alhajas al Monte de Piedad, en donde le dieron una buena cantidad, con la que se dirigió a la Central Camionera y compró un boleto a la ciudad de Guadalajara para llegar a la casa de un amigo, a quien le dijo que lo iba a visitar y que andaba buscando un trabajo, por lo que le pidió sólo unos días lo dejara vivir con él, hasta el día de su captura.

Por otra parte, otros ministeriales se dirigieron a la calle Coral número 410 de la comunidad Norias del Ojocaliente, en donde fue detenido quien dijo llamarse Juan Carlos “N”, de 15 años, quien corroboró la declaración que emitiera su cómplice “El Pollo”.

Posteriormente, los detenidos fueron trasladados a sus diferentes lugares de internamiento, donde se les dictaron el auto de formal prisión para Jorge Fernando, mientras que para su menor cómplice su permanencia en el Centro Estatal para el Desarrollo del Adolescente.

Finalmente, el Juzgado Segundo de lo Penal concluyó el juicio en contra de Fernando Juárez Gurrola, quien pasará 22 años de cárcel, así como ser obligado al pago de $34,000.00 pesos por concepto de multa y al pago de $93,346.00 pesos por reparación del daño moral a favor de los ofendidos.

Finalmente, el juicio en contra de Juan Carlos también llegó a su conclusión, por lo que permanecerá 15 años en las instalaciones del CEDA, así como obligarlo al pago de $539,376.00 pesos por concepto de reparación del daño a favor de los familiares de la víctima.

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