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¡Infierno en Tepatitlán de Morelos, Jalisco!

  • Por más de 3 horas se enfrentaron a balazos policías y delincuentes
  • El saldo fue de 7 muertos: 3 policías estatales y 4 “malandros”
  • Los criminales utilizaron armas de fuego largas y granadas
  • Parecía una guerra, dijeron los vecinos, que vivieron una pesadilla
  • Militares evacuaron una preparatoria y una escuela primaria

TEPATITLAN DE MORELOS, JAL.- Un auténtico infierno se vivió en esta localidad la tarde del pasado martes 8 de octubre, luego de que por más de tres horas se enfrentaron a balazos policías y militares contra delincuentes que se refugiaron en una casa de seguridad en el fraccionamiento Jardines de Oriente, con un saldo de 7 muertos: tres efectivos de la Policía Estatal y cuatro “malandros”.

Previo al intenso tiroteo, que fue una verdadera pesadilla para los vecinos de la zona y en el que los criminales utilizaron armas de fuego largas y hasta granadas, los soldados tuvieron que evacuar una preparatoria ubicada frente a la casa de seguridad y una escuela primaria que se hallaba a una cuadra de distancia, para evitar que los alumnos y el personal docente pudiera ser alcanzado por alguna bala perdida.

Uno de los tres policías estatales fallecidos era de apellido Landeros y era supervisor general en la corporación, pero sus identidades no habían sido reveladas por las autoridades.

Los cuatro delincuentes abatidos tampoco habían sido identificados y aún se investigaba a qué grupo delictivo pertenecían.

Información obtenida por NOTICIERO EL CIRCO permitió conocer que el martes, alrededor de las cinco de la tarde, policías municipales realizaban recorridos de vigilancia por el fraccionamiento mencionado cuando de pronto detectaron a varios sujetos sospechosos, uno de los cuales, al parecer, se estaba drogando.

Al ver a los uniformados, los tipos sacaron a relucir armas de fuego y comenzaron a dispararles, por lo que éstos repelieron el ataque de la misma forma y solicitaron refuerzos.

Los delincuentes, ante la respuesta de los oficiales, decidieron refugiarse en su casa de seguridad, ubicada en la calle El Pipón y Claveles, desde donde continuaron agrediendo a las fuerzas del orden.

En respuesta a la solicitud de apoyo, al lugar acudieron más efectivos de la Policía Municipal, así como de la Estatal, que llegaron en patrullas blindadas, de la Policía Federal y hasta del Ejército Mexicano.

Los elementos rodearon todo el domicilio-casa de seguridad para impedir que los delincuentes fueran a escapar.

Frente al inmueble se ubicó una preparatoria, en la que se desarrollaban las clases normales, por lo que los militares irrumpieron en ella para evacuar de inmediato a los maestros, estudiantes y demás personal para ponerlos a salvo.

También se evacuó una escuela primaria localizada  a una cuadra de distancia, por lo que todas las personas fueron llevadas a Cristo Rey para proteger su integridad.

Al verse rodeados, los criminales continuaron disparando contra los elementos, además de que les lanzaron varias granadas calibre 40.

En determinado momento, uno de los sujetos intentó escapar por una ventana de la parte posterior, pero fue abatido por los policías municipales.

Otros cuatro sujetos siguieron disparando con armas de alto poder, calibre 50, contra los policías y soldados, por lo que éstos contestaron la agresión de la misma forma.

Durante la intensa refriega, el supervisor general de la Policía Estatal, con dos elementos más, con su patrulla blindada se acercó hasta la casa de seguridad y la chocó intencionalmente contra la fachada para obligar a los delincuentes a salir.

Los tres policías, tras el choque, bajaron de la patrulla disparando, pero uno de los “malandros” salió del inmueble y también les disparó, acabando con su vida.

Los tres elementos cayeron muertos en el cumplimiento de su deber en la cochera de la casa de seguridad.

Tras lo anterior, los compañeros de los policías caídos siguieron con la balacera hasta que abatieron a este delincuente y a un tercero, que estaba dentro de la finca.

El cuarto fue abatido cuando intentaba escapar por la azotea.

El tiroteo se prolongó por poco más de tres horas hasta que finalmente cesó, con el sangriento saldo de tres policías muertos y tres más lesionados, cuatro delincuentes abatidos y uno más detenido-lesionado.

Al registrar la casa de seguridad, se encontraron y aseguraron, al menos, nueve armas de fuego largas así como granadas calibre 40 y de fragmentación, las cuales fueron detonadas por personal del Escuadrón Antiexplosivos de la Policía Estatal.

Terminada la pesadilla para los vecinos, varios de ellos comentaron que “parecía una guerra, solamente se escuchaban los ‘granadazos’ y los disparos, no salimos de nuestras casas por el peligro de recibir algún disparo”.

El fiscal general, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, confirmó el cruento enfrentamiento, el saldo que arrojó y precisó que todavía se investiga el grupo criminal al que pertenecían los delincuentes abatidos.

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