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¡Se suicidó de un balazo en la boca!

* Lo hizo frente a unos policías preventivos que lo iban a detener por sospechoso

09_62_02_452_SUICIDIO 102AGUASCALIENTES, AGS.- De un balazo a través de la boca frente a unos policías municipales que pretendían detenerlo tras ser reportado como sospechoso, un hombre se mató la mañana del martes 19 de noviembre, protagonizando así el suicidio 102 del año.

Los hechos ocurrieron alrededor de las nueve y media de la mañana en la avenida Independencia, frente a un hotel y un gimnasio, al norte de la capital.

Las autoridades ministeriales investigaban las razones por las que el individuo andaba armado en la vía pública y trataban de determinar qué era lo que pretendía hacer.

El suicida fue identificado como Emilio Zúñiga Pérez y contaba con entre 35 y 40 años de edad.

Era divorciado y, al parecer, tenía dos hermanos, que radican en el Estado de México, por lo que se esperaba su arribo a esta capital para que reclamaran su cadáver.

Emilio se quitó la vida con un arma de fuego calibre .380 marca Browning, que fue asegurada en el escenario de la tragedia.

De acuerdo a los primeros reportes obtenidos, a la hora mencionada Emilio estuvo deambulando por la avenida Independencia, pasando de manera insistente frente al hotel y el gimnasio.

Ambos establecimientos fueron ubicados a varios metros de distancia del cruce con la avenida Aguascalientes.

Los trabajadores de la hospedería lo vieron pasar una y otra vez, por lo que les pareció sospechoso y lo reportaron como tal a los servicios de emergencia.

Los informantes precisaron que el individuo vestía pantalón de mezclilla azul, playera a rayas en colores rojo, negro y azul claro, una chamarra y unos tenis color blanco, además de que llevaba lentes oscuros y una mochila color negro.

Ante tal reporte, al lugar se trasladaron oficiales de la Policía Municipal, que ubicaron al sospechoso caminando por la avenida Independencia, por lo que trataron de interceptarlo.

Los uniformados le hicieron saber que lo habían reportado como sospechoso y que lo someterían a una revisión de rutina, preguntándole qué hacía en ese lugar.

Sin embargo, Emilio se negó a ser registrado, preguntándoles por qué lo iban a revisar si no estaba haciendo nada, por lo que una vez más le dijeron que lo reportaron como sospechoso.

Una vez que los elementos pretendieron acercársele, el individuo se echó a correr hacia el camellón central de la vialidad, donde fue copado por otro policía preventivo.

Al verse rodeado, Emilio sacó de entre sus ropas un arma de fuego corta y con ella les apuntó a los oficiales.

Al percatarse de esta situación, los elementos desenfundaron sus armas de cargo y amagaron al individuo, ordenándole que arrojara la pistola y se tirara al piso.

Esta indicación se la repitieron en varias ocasiones, pero no les hizo caso.

La situación se tornó bastante tensa ya que existía el riesgo latente de que se registrara un enfrentamiento a balazos.

Empero, para sorpresa de los oficiales de Seguridad Pública, el hombre se llevó el cañón del arma a la boca y en seguida se disparó, acabando así con su existencia.

Emilio se desplomó al piso del camellón y quedó tirado casi boca abajo.

Tras lo anterior, los uniformados se aproximaron y retiraron el arma unos metros y luego solicitaron la intervención de los paramédicos municipales, que arribaron poco después y una vez que revisaron al sospechoso confirmaron que ya había fallecido.

La zona fue acordonada y se esperó la intervención de las autoridades ministeriales.

El Ministerio Público acudió a dar fe de la muerte de Emilio y le acompañaron agentes del Grupo Homicidios, que entrevistaron a los policías municipales y éstos les narraron la forma en la que ocurrieron los hechos, así como peritos de Servicios Periciales, que levantaron el cuerpo y lo trasladaron al SEMEFO.

Por la noche trascendió que la ojiva se le quedó alojada en la cabeza al suicida y que las pruebas de radizonato de sodio que le fueron practicadas le resultaron positivas, es decir, que se acreditó que él mismo se disparó para privarse de la vida.

Se supo que una mujer acudió a identificar su cadáver y se ostentó como su ex esposa, declarando que tenían 5 años de haberse separado, por lo que desconocía sus actividades.

Además, dijo que Emilio tenía dos hermanos en el Estado de México, por lo que se les buscaría para notificarlos de su fatal desenlace.

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