¡Se suicidó porque su esposo la golpeaba!

Es la mujer que se intoxicó con medicamentos en el Hotel Gómez

AGUASCALIENTES, AGS.- La mujer que protagonizó el suicidio 62 del año tras intoxicarse con medicamentos en el cuarto 105 del Hotel Gómez, se quitó la vida debido a que su esposo la golpeaba frecuentemente y la celaba.

De acuerdo a información recabada por NOTICIERO EL CIRCO, días antes de su muerte, la mujer fue víctima de una golpiza de parte de su marido, que incluso la amenazó con matarla con una pistola, por lo que lo denunció y fue detenido, pero como luego lo dejaron libre con una fianza, decidió salirse de su casa y acabar con su existencia en la hospedería.

La occisa fue identificada como Elsa Herrera Roque, que vivió en la calle Plateros número 215 de la colonia La Fe, que estuvo casada con Jesús Arrellano Prieto, de 38 años, con quien procreó cuatro hijos, dos niñas y dos niños, conociéndose que la mayor tiene 17 años de edad.

Trascendió que Jesús era muy celoso y por lo cual con frecuencia la golpeaba, por lo que hacía 5 años ella le advirtió que tramitaría el divorcio, por lo que dejó de agredirla, pero luego volvió a hacerlo.

Eran tantos los celos de Jesús, que instaló cámaras de videovigilancia en su domicilio, para estar supervisando quién entraba y salía de su casa cuando él no estuviera.

El sábado 29 de junio, Jesús le propinó otra golpiza a Elsa, con el pretexto de que le había encontrado en su teléfono el número de un hombre, algo que ella negó, y además de pegarle en el rostro, tomó un arma de fuego y amenazó con matarla.

Elsa creyó que efectivamente la mataría y por lo cual decidió defenderse con un cuchillo, tras de lo cual Jesús advirtió que se iba a matar, por lo que la mujer le quitó la pistola con auxilio de su hija mayor.

Después, salió de la casa para buscar ayuda y en el cruce de Zaragoza y Álvaro Obregón, en la zona centro, se encontró a un policía vial, al que le explicó lo sucedido, entregándole el arma con la que fue amenazada, un revólver calibre 22 marca Sentinel, así como un cinto porta-cartuchos y cinco cartuchos útiles, señalándole que su marido se encontraba en su domicilio.

Ambos se trasladaron a la finca y la ofendida le permitió el acceso, pero cuando Jesús vio al uniformado, subió a la azotea para escapar y luego brincó a las de las viviendas vecinas, por lo que fue en su persecución, alcanzándolo y deteniéndolo en la de una casa ubicada en las calles Concepción Saucedo y Plateros.

Tras lo anterior, Elsa dijo que denunciaría a Jesús, por lo que éste fue remitido ante el Ministerio Público, pero antes, a dos de sus hermanos les entregó las llaves del domicilio.

Y mientras Elsa declaraba en contra de Jesús ante el AMP, los consanguíneos de éste entraron a su casa y se llevaron todo el equipo de videovigilancia y las grabaciones que en él había.

Al volver a su vivienda, Elsa se dio cuenta que ya no estaban las cámaras, cuyas grabaciones pensaba entregar a las autoridades ministeriales como evidencia, ya que en ellas aparecía la golpiza que le acababa de propinar Jesús.

Por lo anterior, regresó otra vez ante el fiscal para denunciar el robo del equipo y se le tomó una nueva declaración, por lo que se iniciaron dos averiguaciones previas, una por la paliza que le dio Jesús y otra por el hurto de las cámaras.

Al día siguiente, domingo 30 de junio, Jesús recuperó su libertad tras pagar una fianza de 6 mil 200 pesos y luego regresó a su casa, donde continuó agrediendo a Elsa, por lo que ella decidió irse del domicilio.

El martes, ya hospedada en el Hotel Gómez, ubicado en la avenida Convención Sur y la calle República de Brasil, cerca de la Central Camionera, estuvo hablando con su marido por última vez y luego consumió una gran cantidad de medicamentos para suicidarse y ponerle fin a la vida de infierno que estaba llevando.